El coste del alumbrado público varía mucho entre parroquias, donde la intensidad de la demanda depende del número de vecinos y también de cómo estos se distribuyen -en núcleos de viviendas más o menos agrupadas-. Sin embargo en 2015 todos los barrios de la ciudad tuvieron algo en común en lo que a demanda de electricidad se refiere: el consumo de kilowatios-hora (kWh) correspondiente a la iluminación pública descendió en todos. Sin excepciones. También el coste que este supuso, salvo en Saiáns, donde la factura apenas se incrementó en un 6,84%.

El balance del Concello también revela las grandes diferencias de demanda que hay entre barrios. El mayor consumo se registra en la zona más poblada del municipio y también en la que se registra una mayor actividad: el centro urbano. A lo largo del año pasado se destinaron a la iluminación de esa zona 4,22 millones de kWh que costaron 590.600 euros.

Esa cantidad es más de la que suman Teis (1,24 millones de kWh), Lavadores (1,65 millones de kWh), Coia (815.700 kWh) y Alcabre (304.300 kWh) juntas. La parroquia en la que el alumbrado público requiere de un menor consumo de energía es San Xoan Poulo, donde llega apenas a 134.600 kWh y la factura se queda en 18.800 euros. Le sigue por la cola Zamáns, con unos 183.300 kWh.