El edificio de oficinas para empresas proyectado por Zona Franca en el ámbito de Balaídos se salva de la reciente anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 2008. El consorcio confirma que la sentencia judicial que tumbó el ordenamiento urbanístico no afecta a la construcción del denominado "centro de negocios" que quiere levantar en una parcela de su propiedad en la esquina de la Avenida Portanet con la calle Val Miñor al "regirse por el PXOM de 1993". De este modo, el organismo que dirige Teresa Pedrosa mantiene intacto su propósito de ejecutar una obra presupuestada en más de tres millones de euros con la previsión de concluirla el próximo año.
Zona Franca ni siquiera necesitó consultar a la Gerencia de Urbanismo para asegurarse de que este proyecto no quedaría en el aire tras la sentencia del Tribunal Supremo que tumbó el PXOM, como así ocurre con la ampliación del polígono industrial que requiere PSA Peugeot Citroën para garantizar su crecimiento y que está pendiente de una modificación de la Lei do Solo. Es la ventaja de recuperar un proyecto concebido hace una década, durante la segunda etapa del anterior delegado de Zona Franca, Francisco López Peña. Este centro de negocios permaneció desde 2006 guardado en un cajón hasta que Teresa Pedrosa decidió incluirlo como colofón a esa "gran transformación" del parque empresarial que inició hace dos años con millonarias inversiones. Aunque hay una diferencia importante con respecto a lo proyectado entonces. En lugar de dos edificios, sólo se acometerá uno, como avanzó el consorcio estatal a este periódico el pasado noviembre.
"Los usos de esta parcela ya estaban previstos por el anterior planeamiento", reiteran desde la institución con sede en Bouzas en referencia al plan urbanístico de 1993, ahora en vigor. No se expresan igual de tajantes, en cambio, a la hora de pronunciarse sobre los plazos previstos para llevar a cabo esta obra. De momento, los únicos avances se están produciendo en los despachos, sobre el papel. El anteproyecto original contemplaba ambos edificios en sendas parcelas propiedad del organismo estatal por lo que en la actualidad los técnicos de la consultoría Idom, a la que el consorcio había adjudicado el diseño, están realizando las correcciones derivadas de la decisión de abordar solo un inmueble.
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En teoría, estas modificaciones no deberían afectar a las características de ese centro de negocios concebido para satisfacer la histórica demanda de oficinas en el corazón industrial de la ciudad. Con una superficie construida de 4.700 metros cuadrados, dispondrá de 3.900 metros cuadrados útiles repartidos en dos sótanos, bajo y siete plantas. Presupuestado en 3,1 millones de euros, en su determinación de garantizar un retorno a sus inversiones, Zona Franca pretende dedicar el grueso del inmueble al alquiler de oficinas. A estos espacios enfocados a empresas vinculadas al sector del automóvil, se sumarán locales de "coworking", propiciando así el emprendimiento, otro de los ejes centrales de la gestión de Pedrosa. Y en línea con las construcciones promovidas durante estos últimos años se diseñará pensando "en la eficiencia energética y el confort térmico, acústico y lumínico", así como en el respeto al medio ambiente, como prueba el hecho de que se mantenga el arbolado existente en la parcela.
El "Plan de Transformación del Polígono de Balaídos" que el consorcio difunde en su web señala 2017 como la fecha en la que debería estar en marcha el edificio ubicado frente al estadio de Balaídos. Este plazo obligaría a Zona Franca a cerrar el proyecto definitivo y convocar el concurso a lo largo de este año, sin embargo, desde el consorcio todavía no manejan ningún calendario sobre esta actuación.
