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Los vándalos averían el ascensor de Camelias y obligan al Concello a instalar cámaras de vigilancia

El elevador está parado desde el domingo por la colocación de piedras en los raíles - Hay pintadas en varias zonas de la estructura

Una de las cámaras instaladas.

No ha cumplido todavía ni un mes en funcionamiento y el primer ascensor urbano de Vigo ha sufrido ya las consecuencias de los actos vandálicos. Unos daños que han sido de consideración y que van más allá de lo estético. Según confirmaron ayer a este periódico fuentes municipales, el mecanismo se ha averiado a raíz de la colocación de piedras en los raíles del elevador por parte de algunos vándalos. Este destrozo ha provocado que permanezca parado desde el pasado domingo. A última hora de la tarde de ayer varios técnicos intentaban todavía solucionar el problema para poder ponerlo en marcha.

El Concello no quiere que una situación similar a ésta se vuelva a repetir. Tanto por las consecuencias económicas que puede tener este tipo de acciones que obligan a acometer reparaciones, como por el servicio que se deja de prestar a los vecinos de la zona, que no pueden salvar la empinada cuesta entre Méndez Pelayo y Camelias y que les obliga a dar un rodeo. Por ello, y según confirmaron ayer a este periódico desde el Concello, se han instalado y activado cámaras de videovigilancia para tratar de disuadir a los vándalos de que vuelvan a actuar. Junto a una cámara tipo domo se ha colocado también un cartel en la zona baja del ascensor en el que se advierte de que este espacio está vigilado.

Según relataron vecinos y comerciantes de la zona, los hechos vandálicos se habrían producido el domingo, cuando el ascensor se quedó parado con gente dentro y los técnicos tuvieron que abrirles las puertas para que pudieran salir.

"La colocación de piedras en los raíles no es el primer acto vandálico que se comete. Hemos detectado ya a grupos de jóvenes saltando dentro del ascensor, lo que también causa daños. Por ello se ha optado por instalar cámaras", explican fuentes municipales.

Tomado por grafitis

Pero los daños van más allá. Los grafiteros han comenzado a dejar su huella sobre el ascensor. Una enorme pintada en el muro de la parte superior "adorna" ya este espacio. Pero no es la única. En la cabina de acceso de Menéndez Pelayo hay también varias firma. Por el momento, la estructura del ascensor se ha salvado.

Según relatan varios vecinos, ésta no es la primera vez que se para por avería. De hecho, las lluvias podrían estar dando problemas. "Al parecer, el agua se cuela en la sala de máquinas y esto ha provocado en varias ocasiones que salte el automático y el ascensor se pare", asegura un comerciante de la zona.

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