María Paz Filgueira conoce de primera mano el drama de la violencia de género. Magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, ha alzado la voz para exigir más medios.
- Vigo acaba de registrar tres crímenes en menos de dos meses. Usted advirtió hace unos días de que hay una "oleada de casos gravísimos".
- Pese a que el número de denuncias bajó en unas 200 con respecto a 2013, la gravedad es absolutamente disparada. Además de los asesinatos hay casos de intentos de homicidio, lesiones graves, agresiones sexuales... Este juzgado tiene ahora seis presos preventivos y se prevé que pueda haber dos más, ya que hay varias personas en internamiento psiquiátrico. Eso, teniendo en cuenta que las penas en los tipos básicos de delitos de violencia de género son bajas, evidencia esta gravedad.
- ¿Hay algún motivo que explique la actual situación?
- Es difícil. Hay muchas causas. Pero la crisis es un factor importante. El partido judicial de Vigo tiene una capacidad de expansión económica que todo el mundo ha podido observar en las últimas décadas. Si esa expansión no sólo se frenó, sino que mengua y puede desaparecer, eso conlleva que en los últimos siete años las convivencias hayan sido más difíciles en los núcleos familiares. Los despidos, el no poder acceder a un trabajo, el resultado acumulado de estos años de dificultades... pueden derivar en que una situación explote.
- En los casos de las fallecidas este año en la ciudad no había denuncias previas. ¿Anima a las mujeres que pasan por una situación de maltrato a que den el paso de denunciar?
-Absolutamente, por ellas y por sus hijos menores si los tienen, que también son víctimas de esa situación. Las denuncias son altamente disuasorias. Aunque estas situaciones son difíciles de prever, las estadísticas a nivel nacional revelan que en la gran mayoría de casos de muertes no había ni denuncias previas ni órdenes de protección en vigor, con lo cual es un criterio bastante objetivable. Desde mi experiencia, por los casi cinco años que llevo en este juzgado, veo que denunciar es disuasorio y frena muchos casos?
- Ni siquiera las denuncias que llegan al juzgado provienen en su totalidad de las perjudicadas...
- Efectivamente el 50% de las denuncias no provienen de las víctimas. Provienen del vecino de arriba, de algún familiar, de una investigación policial, de los partes médicos ... Y eso debe hacernos reflexionar. ¿Qué está fallando? ¿Por qué las mujeres no son capaces de objetivizar que están en una situación de maltrato? ¿Quién se está preocupando realmente para que esto no ocurra? ¿Qué campaña realizan los poderes públicos? ¿Qué visualización? Ninguna. Hay una falta de medios absoluta en todos los ámbitos y a todos los niveles.
- ¿La solución?
- La solución pasa porque los poderes públicos, sobre todo en este momento histórico, se vuelquen especialmente. Ya no son sólo los casos de fallecidas. Es también el elevado número de órdenes de protección... Si yo esta semana tengo que evacuar a dos mujeres fuera de Galicia por el riesgo para ellas y para los menores, es que está sucediendo algo grave.
- ¿Y hacia dónde debe ir esa actuación de los poderes públicos?
- Debe haber un compromiso absoluto. Ya no digo un pacto de estado, no voy a usar términos políticos, no me corresponde. Pero un compromiso real y efectivo. La base es analizar las causas, el origen... desde todos los ámbitos. De forma integral. Si no sabemos las causas, no podemos canalizar una solución. Y eso a nivel nacional no se ha hecho. Las encuestas son el primer dato que se pueden analizar. Es como cuando se prevén los accidentes de tráfico. ¿Dónde se ponen los radares? ¿A ciegas? No. Los radares se ponen en los puntos negros, y para eso antes se hace una estadística. Y esa iniciativa en violencia de género, bajo mi punto de vista, no existe. Las únicas estadísticas que se hacen son para cuantificar, pero no resuelven el problema. El 016 es una gran campaña, pero es la única que se hace publicitariamente. ¿Cómo puede el poder político depositar en el 016 exclusivamente algo tan importante como la prevención de un delito, cuando es la propia perjudicada la que en la mayoría de los casos no denuncia? Muchas veces la víctima ni siquiera es consciente de que está siendo maltratada.
