Ocho trabajadores y una usuaria habitual del nuevo hospital de Vigo decidieron dar ayer la cara para denunciar las deficiencias de sus respectivas unidades y la "caótica" situación que se vive en el Álvaro Cunqueiro. En sus relatos en primera persona aluden a escasez de equipamiento, fallos en el diseño de las dependencias, condiciones de trabajo "indignas" y falta de personal. Alertan de los riesgos que supone para personal y pacientes y lo atribuyen a que no se tuvo en cuenta la opinión de los profesionales y a iniciar el traslado sin haber testado las nuevas instalaciones. Critican que sus quejas no se solventen y acusan a sus superiores de dejarlos en una situación de "abandono". En un comunicado, el Sergas garantiza la calidad asistencial en el centro y asegura que las incidencias "se enmarcan en la más absoluta normalidad". Acusa a estos profesionales de "intereses particulares" y les llama a la "responsabilidad".

  • Radiología. Este servicio informó entre 400 y 500 incidencias, según explica el doctor Saez, que habla de "errores logísticos" y "de concepción", algunos "por criterios economicistas". En cuanto al equipamiento operativo de cara a la fase final del traslado, detalla que la radiología convencional está "cogida por hilos" -funcionan dos salas y se están montando otras dos- y que los TAC operativos cubrirán las demandas de ingresados y urgencias, pero no las de ambulatorios, incluidos pacientes oncológicos, que se demorarán. Urgen a que monten el de alta gama -que no se espera hasta el 22, con un período de instalación y formación de 20 días- y que se traslade otro del Xeral. Sobre la resonancia magnética, que gestiona Galaria -aún en una unidad móvil-, lamenta que aún desconozcan si se va a integrar en el Chuvi. Denuncia que en solo dos de las doce salas de ecografía entran camillas y que hay tres ordenadores para que los 23 radiólogos informen las pruebas.
  • Cardiología. Inés Conde, enfermera de cuidados intermedios de Cardiología, describió la "caótica" mudanza que vivieron el día 27 de agosto. Relata que, tres días antes, aún estaba en obras y que el día que llegaron no había desfibrilador ni medicación básica, que una de ellas tuvo que trasladar en su coche desde el Meixoeiro. Asegura que se dejaron a pacientes "desprotegidos" mientras embalaban cosas. Denuncia que aún hoy tienen problemas con los monitores de telemetrías y los timbres. "Si llega a pasar algo, ¿quién sería el responsable?", cuestiona y añade: "Estuvimos abandonados por los responsables, solo les importaba cumplir los tiempos".
  • Hospital de día de Oncología. María Jesús Rodríguez, paciente con cáncer de mama y Pilar Rodríguez, enfermera en la unidad, relataron el problema en el diseño del espacio, en el que no hay separaciones para la intimidad del usuario de quimioterapia cuando, por ejemplo lo tienen que desvestir; la reducción, carecen de hilo musical, tele, cobertura en el móvil o wifi durante sus largos tratamientos; faltan puntos de luz y superficies estables para la medicación... "Pido disculpas por cosas que no son mi responsabilidad por vergüenza ajena", señala Pilar.
  • Maternidad. Rosa Iglesias, matrona desde hace 30 años en el Chuvi, detalla errores de diseño de espacios y entiende que "es imposible que lo haya diseñado gente profesional de la sanidad". Denuncia que la reanimación de bebés está fuera del bloque quirúrgico y que los 6 boxes de urgencias obstétricas carecen de baños. El jefe de servicio, Carlos López Ramón y Cajal, confía en que se construyan unos -aunque a fecha de hoy no han empezado las obras- y señalan que se están corrigiendo otras deficiencias detectadas. Informa de que se está resolviendo la poca separación entre el espacio donde se limpian las cuñas y donde los médicos se lavan las manos para entrar en quirófano. El doctor informa que en la unidad de preparto se han instalado monitores de "última generación" para amenazas de parto prematuro y otro para versiones externas -colocación correcta del feto con técnicas manuales-, mientras que la anunciada asistencia a las mujeres en proceso e dilatación -que hoy se envían a casa- se protocolizará en los próximos meses y se buscará un espacio, que podrían ser habitaciones en planta.
  • UCI. Ana García, enfermera en la unidad de intensivos ya abierta en el Cunqueiro atestigua falta de personal y de formación en el uso de los nuevos equipos. Además, relata que, una vez abierta, se precintó una parte de ella para poner tomas de agua. Aseguran que Preventiva alertó de la insuficiencia de ellas meses antes en un informe.
  • Laboratorio. Modesta López, técnica en el departamento de médulas óseas de Hematología desde 1974, con lágrimas en los ojos, denunció que no tiene espacio físico para trabajar y que carece de medios con los que sí contaba en el Xeral, como aire para secar muestras. Relató que hubo que romper las puertas del banco de sangre para que entraran las neveras y que faltaban enchufes, así como que se desconectaron los tanques de nitrógeno donde se guardan las células médula ósea en el Xeral sin comprobar que estaba listo el espacio en el Cunqueiro.
  • Anatomía Patológica. Sonsoles García, técnica del primer servicio trasladado describió deficiencias en la ventilación, problemas de espacio en la sala de autopsias, falta de señalización de peligros biológicos, ausencia de ruta de evacuación "clara", imposibilidad de anclar los líquidos inflamables...
  • Celadores. Miguel Estévez e manifestó en representación de los 450 celadores del Chuvi que, en asamblea, han decidido recurrir a la vía judicial para denunciar "por intrusismo" la externalización del transporte interno, que se ha puesto en manos de la concesionaria. Reprueban que se ponga en manos de personal "sin experiencia sanitaria" ni formación labores "tan sensibles" como la custodia de documentación y traslado de muestras o medicación. Advierte de que esta empresa también va a trabajar en el Meixoeiro.