Abogado dedicado al Derecho Empresarial y al Derecho Público, miembro de los comités ejecutivos de UCD y PP, José Manuel Otero Novas (Vigo, 1940) fue director general de Política Interior con Fraga y ministro de Presidencia y de Educación con Adolfo Suárez. Acaba de publicar «Asalto al Estado. España debe subsistir», un ensayo que recorre nuestra historia y sus tensiones territoriales, detalla la minimización del Estado por cesión a las autonomías y a la Unión Europea y advierte de que los estados se crean y se destruyen con sangre. Ayer estuvo en el Club Financiero de Vigo, donde fue presentado por Santiago Rey.

-¿Qué opinión le merecen las autonomías con impulsos centrífugos?

- Así ha sido en los siglos XVII y XIX y ahora. Que Cartagena, Jumilla o Consuegra hayan querido ser independientes no quiere decir que tuvieran derecho a ello. Seamos respetuosos pero racionales. Cuando todos los españoles compramos acero de Bilbao más caro que el que llegaba de Polonia o de Bélgica, estábamos invirtiendo en el País Vasco; y lo mismo cuando comprábamos chaquetas y jerseys de Cataluña más caros que los de Italia o Inglaterra. La unidad genera una solidaridad que justifica la nación. En España llevamos más de 2.000 años sacrificándonos todos por todos. Yo soy gallego, y Galicia pasó a estar dominada por Isabel la Católica porque nos invadieron los vascos a su servicio. Los vascos han sido determinantes en la unidad española.

- Ha dicho «solidaridad», que se oye mucho pero para cuestionarla o «racionalizarla».

- Quieren ocultar algo: es precioso pasarse todos los siglos XIX y XX aprovechándose de la unidad de España para colocarse a la cabeza del país y ahora, con la llegada de la globalización y la anulación de los aranceles, decir "ya no me interesa y me independizo". Cuando murió Franco las provincias en cabeza eran el País Vasco y Cataluña. ¿Por qué? Porque se habían mantenido los aranceles desde 1869 y ese proteccionismo les colocó en cabeza. El discurso cambia en 1986 con la entrada en la UE.

- ¿La independencia es una ambición tan tardía?

- El origen del nacionalismo está en las guerras carlistas pero su origen no es separatista, al contrario, están a favor de Carlos María Isidro, de tradición eclesiástica y hay mil declaraciones en las que dicen que no les importa nada el tema foral. Hasta el final de las guerras carlistas no se plantea el tema foral. Y el PNV es un partido testimonial en la mayor parte del siglo XX. Cuando se discute la Constitución actual, la reivindicación del PNV era defender los conciertos que el franquismo mantuvo para Álava y Navarra y que se vuelvan a extender a Guipúzcoa y Vizcaya.

- ¿Qué le parece la política territorial de Zapatero?

- El Estado español lleva 12 o 13 años cuesta abajo como tal y eso no es culpa del PP ni del PSOE, sino de todos. España se está confederalizando. El Estado español viene a ser un 10% de lo que era en 1980, cuando yo dejé el Gobierno. Zapatero, como el primer Gobierno de Aznar y el de Felipe González de 1993, ha elegido apoyarse en fuerzas nacionalistas periféricas en vez de en fuerzas nacionales. Es un error propiciado por un error de las leyes electorales. Dicho esto, nuestra situación crítica tiene ventajas e inconvenientes.

- ¿Cuáles?

- Hoy podemos afrontar la realidad. Por primera vez el Estado se está acabando y se puede hacer la pregunta: ¿Queremos que desaparezca o no?

-¿Qué es ahora ese Estado?

- Lo que queda después de un adelgazamiento por medio de las autonomías contra el que no tengo nada. Soy corresponsable de ese proceso. Y también de un proceso, que no está en la Constitución, y es la confederalización del Estado. La Constitución reconoce un Estado federal, pero no este modelo actual que es como una Unión Temporal de Empresas que se juntan para hacer algo mientras les interesa. Quiero un Estado federal como Estados Unidos o Alemania, no uno confederal por el que la nación española va no existiendo. Zapatero ha hecho una conferencia de presidentes.

- Y tiene en el PSOE el nacionalismo catalán de Maragall.

- En Cataluña hay dos socialismos. El de Maragall y Raventós, hijos de la derecha que forman la izquierda divina y que no tienen nada que ver con el socialismo tradicional. El abuelo de Maragall era un gran españolista catalanista muy católico. En Cataluña, los socialistas ganan siempre las elecciones generales y no han ganado nunca las autonómicas. Ganan los Montillas y pierden los Maragalles. Vienen de dos partidos distintos.

- El PSOE ha absorbido otros partidos socialistas sin que les pasara esto.

- Es una peculiaridad catalana. El nacionalismo catalán en origen es monárquico y españolista. Prat de la Riba pedía un imperio español desde Lisboa al Ródano, recuperando la nación ibérica y el Rosellón para luego ir a África. En cierta forma, hereda ese discurso Roca que quiere un imperialismo español dirigido por catalanes.

- ¿Por qué no cabe el discurso contrario?

- Son tendencias. Después de mucho centralismo se tiende a la descentralización. Eso sucede en España, China, Egipto, en todo Occidente. Ahora estamos en la fase contraria y toca preguntarse si nos interesa hundir el Estado español o recordar a Hegel cuando dice que atacar al Estado es volver a la barbarie. Si tenemos un sentido de la historia, veremos que podemos meternos en ríos de sangre.

- ¿Cómo se pueden gestionar esas tensiones territoriales?

-En la Revolución francesa los girondinos acabaron en la horca por plantear cuestiones nacionalistas. Los españoles somos mucho más tolerantes que los franceses. Cuando acaban las guerra carlistas al derrotado general Maroto se le rinden honores militares y se integran sus ejércitos. Estamos en esta locura de comunidad de vecinos en la que el del tercero se quiere llevar la escalera. El filósofo Gustavo Bueno dice que no es un problema de la Constitución sino de qué es lo nuestro y qué lo de ellos. El que no esté a gusto que venda el piso y se vaya.

- ¿Vascos al éxodo?

- No, porque no quieren la independencia de verdad. Los dirigentes sí, porque con eso tienen más poder. El pueblo, no.

- Sus referencias a la sangre suenan a que «viene el coco».

- La historia de los Estados es así. No creo que España tenga 500 años sino más de 2.000. Cuando las invasiones de los árabes se nota, primero gracias a Asturias. Vicens Vives dice que España es una obra de todas sus regiones. Ahora nos la queremos cargar y veo riesgo de sangre. Los pueblos no van a la guerra cuando quieren sino cuando les llevan las circunstancias.

- ¿Puede haber tiros?

- Un país cambia en cinco años.

- No estamos aislados sino en Europa.

- Nunca se fue más universal que en la Edad Media cuando se recorría toda Europa hablando latín. El nacionalismo empezó en la Edad Moderna.