Nueva estafa inmobiliaria en la red: fianzas de 1.000 euros por pisos de ensueño

Anunciantes aprovechan plataformas de alquiler para ofertar viviendas con precios atractivos como cebo que requieren un depósito cuantioso

Fachada de un edificio con un cartel de ’se alquila’

Fachada de un edificio con un cartel de ’se alquila’ / J. BAUZÀ

Gabriel Fernández Blach

Mientras la búsqueda de vivienda de alquiler se torna cada vez más complicada por la falta de oferta y los precios elevados, los estafadores agudizan el ingenio para aprovecharse de la situación. Lo sabe Javier, un joven de 24 años inmerso en la búsqueda de un nuevo hogar que estuvo a punto de caer en una estafa económica por querer visitar un piso “de ensueño” situado en el centro de Santiago.

El anuncio publicado en una conocida página web de compraventa y alquiler de inmuebles presentaba un piso de 45 metros cuadrados recién reformado dividido en salón, dormitorio, baño y cocina. La renta ascendía a 450 euros al mes, un precio que llama la atención si se tiene en cuenta que ofrece “todos los gastos incluidos”, haciendo referencia a agua, luz, calefacción e internet. “Parecía una oportunidad que no se podía dejar escapar”, cuenta Javier.

La ubicación del inmueble es lo primero que hace sospechar al interesado, ya que inicialmente el inmueble figuraba en el número 36 de la Rúa de Montero Ríos y, posteriormente, “el mismo anuncio” situaba la vivienda en el número 4 de la Rúa do Xeneral Pardiñas. El joven se puso en contacto por correo electrónico con los anunciantes. La supuesta arrendadora afirmaba “ser doctora en Suecia” y explicaba que le era “imposible” concertar una visita sin coste. Le proponía pagar “1.000 euros de depósito para visitar el piso”, que se reembolsarían “en el caso de que no le gustase el inmueble”. Todo el procedimiento se haría vía internet. Javier no es el único que casi cae en el engaño. Mónica, otra joven, llegó a llamar al número que aparecía, pero “la derivaron a otro lado”, lo que le resulto “extraño”. Dada la situación, desistió de la visita. En cambio, Javier prosiguió en su afán de “averiguar más” sobre este “suculento” anuncio. Al buscar el nombre de la empresa y los datos de las viviendas, comprueba que existen más de una decena de anuncios iguales ubicados en ciudades de todo el país. Ante este hallazgo, el joven descarta el piso, pero prosigue en su conversación con la estafadora. Esta le facilita fotografías de un DNI falso para que “confíe en ella”, pero, al preguntar más, la supuesta arrendadora deja de contestar. Este tipo de estafa es ya conocida por las fuerzas del orden. Alberto González, jefe del Equipo @ de la Jefatura Provincial de la Guardia Civil en A Coruña, explica que se trata de “la estafa del falso alquiler”. “Es algo habitual recibir denuncias por este tipo de estafas”, afirma González.

Desde la Guardia Civil cuentan que se trata “de grupos especializados” que emplean “mulas” (responsables de desarrollar el engaño y captar el dinero desde España) para estafar a personas con una “supuesta fianza” para una vivienda y que están dirigidas por mafias que suelen proceder de “países europeos”. Sus objetivos suelen ser “padres con hijos estudiantes, turistas o personas que van a cambiar de trabajo”, que no puedan visitar los pisos por “lejanía o falta de tiempo”. El engaño se descubre cuando llegan a la supuesta vivienda y no encuentran ningún piso de alquiler.

Desde la Guardia Civil insisten en “poner en cualquier buscador” los datos que figuran en el anuncio para comprobar “si está duplicado”. “Normalmente, el de mayor precio suele ser el anuncio verdadero”, relata González, resaltando que los otros tienen “precios más bajos” para “atraer a víctimas”. Asimismo, hacen hincapié en “visitar los inmuebles” y “llamar al arrendador” para cerciorarse. Ante la imposibilidad de desplazarnos hasta el lugar, González destaca “la posibilidad de una visita por videollamada”.