El encarecimiento de la vivienda sitúa los pisos en propiedad en mínimos históricos

La subida de tipos y la falta de oferta en las ciudades dispara la dificultad para acceder a un hogar y deja los propietarios en el 76%

Las casas cedidas crecen hasta las 106.000

Una mujer consulta los anuncios de una 
inmobiliaria de Vigo.  // Alba Villar

Una mujer consulta los anuncios de una inmobiliaria de Vigo. // Alba Villar / DAniel Domínguez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Jóvenes con salarios precarios, tipos de interés disparados en los dos últimos años, falta de oferta en las ciudades que eleva los precios, ayudas públicas insuficientes, el bum de los pisos turísticos... El acceso a una vivienda en propiedad se está complicando tanto que en Galicia nunca antes hubo tan pocos ciudadanos con un hogar a su nombre, sea pagado o hipotecado. El año pasado, el porcentaje de familias con un piso o casa en propiedad se situó en el 76%, 2,1 puntos menos que en 2022 y lejos del 84% alcanzado en 2006, en plena burbuja inmobiliaria.

Las estadísticas y los relatos cotidianos evidencian el enorme problema que constituye el acceso a un techo, señalado por las organizaciones del tercer sector como el principal factor de empobrecimiento. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre tenencia de la vivienda atestiguan que nunca hubo tan pocos hogares en propiedad, que el alquiler alcanza su récord con el 14,6% y que los inmuebles cedidos de manera gratuita por familiares repuntan del 8,2% al 9,4%, el dato más alto desde la pandemia de COVID que estalló en 2020.

“La tendencia es que el número de propietarios de vivienda siga bajando y siga aumentando el alquiler”, augura Vicente Martínez, secretario de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin) y responsable de Inmobiliaria Apóstol, de Santiago de Compostela. De hecho, Galicia registra ya más familias que viven de alquiler que en viviendas de las que pagan una hipoteca. Además, las familias con un crédito para comprar la vivienda se redujeron un 25% en diez años, hasta las 169.000, y los arrendamientos aumentaron el 38% y superan los 171.500.

De acuerdo con el INE, al cierre del pasado ejercicio, las viviendas en propiedad sumaban alrededor de 853.000, mientras que las alquiladas rozaban las 160.000 y las cedidas ascendían a 106.000, 14.000 más que en el año 2022.

Las causas de esta situación obedecen a múltiples factores, según explican desde el sector. Por un lado, apuntan a la subida del precio de los inmuebles, que ascendió de media un 11% en Galicia (de 1.052 euros/metro cuadrado en enero de 2023 a los 1.168 actuales), agravada en las ciudades por las pocas obras nuevas y, por tanto, la escasa oferta disponible. Desde Agalin indican, a modo de ejemplo, que los anuncios en algunos portales desde el pasado junio han caído hasta un 32% en Ferrol, un 30% en A Coruña, un 28% en Santiago, un 18% en Pontevedra y casi un 14% en Vigo.

A esto se une el encarecimiento de las hipotecas debido a las diez subidas de tipos de interés decretadas por el Banco Central Europeo para contener la inflación de los dos últimos años. De tipos por debajo del 2% en 2022 se pasó al 4,5%.

Este cóctel se une al encarecimiento de los alquileres y al aumento de las viviendas de uso turístico.

“La conjunción de estas causas provoca que en apenas 25 años se haya reducido el porcentaje de vivienda en propiedad del 88% en 1999 al 76% actual. Y la tendencia es que se seguirá reduciendo”, apunta Martínez, que destaca la necesidad de medidas para paliar esta situación por parte de administración y entidades financieras. Por una parte, señala la necesidad de movilizar los pisos de la Sareb anunciado por el Gobierno y las nuevas viviendas protegidas prometidas por la Xunta, así como la puesta a disposición de los promotores de suelo por parte de los concellos. A ello debe añadirse, dice, la reducción de los tipos de interés hipotecarios, “una de las principales limitaciones a la hora de adquirir una vivienda”.

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