Entrar en Medicina no es lo más complicado: en Odontología solo acceden uno de cada 26

Las Ciencias de la Salud ocupan el top de las carreras más demandadas

Los dobles grados también se cotizan al alza

Estudiantes en los exámenes de la ABAU.

Estudiantes en los exámenes de la ABAU. / José Lores

El grado de Medicina en Santiago de Compostela es el más solicitado del sistema universitario gallego. El año pasado lo pidieron 4.170 personas y 3.771 de ellas lo marcaron como su primera opción. Hay 403 plazas, por lo que solo uno de cada diez aspirantes logró hacerse un hueco en el aula.

Pese al número de interesados, el acceso a esta carrera no es el más complejo. En el top está Odontología. Solo una de cada 26 personas entraron en sus aulas en 2023. El grado ofrece 50 plazas y, tomando como referencia el último dato de solicitantes de la CiUG, lo pidieron 1.302 personas (de las que 533 lo eligieron como su primera opción). Por tanto, entre los más interesados por cursar el grado, solo uno de cada diez pudo entrar.

María José López Couso, vicerrectora de Titulaciones de la Universidad de Santiago, afirma que en el ámbito de las Ciencias de la Salud siempre ocurre este efecto embudo. “Son grados con una buena inserción laboral y con un atractivo importante. En el caso de Odontología la demanda aumenta porque es una titulación singular dentro del sistema universitario gallego y de toda el área geográfica de referencia [todo e noroeste peninsular]”, explica.

A estas le sigue el doble grado de Física y Matemáticas, con solo una decena de plazas y casi 200 solicitantes. Sin embargo, entre los alumnos que lo marcaron de forma prioritaria, pudieron acceder uno de cada 8,9. “El número de plazas es algo que hay que planificar según los recursos con los que contemos”, indica López Couso sobre la ínfima oferta. “Es importante que haya una garantía de calidad. Por esa misma razón vemos otros dobles grados con el mismo número de plazas limitado”, indica.

Titulaciones más demandadas del sistema universitario gallego.

Titulaciones más demandadas del sistema universitario gallego. / Hugo Barreiro

Al igual que las dos primeras, otras Ciencias de la Salud como Enfermería y Veterinaria despiertan gran interés entre el alumnado. Enfermería en A Coruña es la cuarta en complejidad de acceso. La seleccionaron 2.297 personas, pero la mayoría no la consideró prioritaria. Solo 383 la pusieron de primera. La nota de esta titulación aumentó un 16% en los últimos ocho años. Por ejemplo, en Santiago pasó de ser un 9,72 en 2015 a un 11,34 en 2023.

Le sigue Veterinaria, en Lugo. En 2023 la nota de corte quedó en un 11,16 y hubo 925 aspirantes. De estos, dos tercios la señalaron como opción prioritaria y solo uno de cada seis pudieron cursar su preferencia.

Una de las tendencias de los últimos años son las carreras relacionadas con la salud mental. Pedagogía o psicología repuntaron: hay más interés porque funcionan como profesiones transversales, necesarias en multitud de empresas o sistemas educativos. Por tanto, los alumnos deben conseguir ser ese uno de cada diez que lo logra.

También en la USC, destaca el estudio simultáneo de Ingeniería Informática y Matemáticas. Al igual que otros dobles grados, solo hay 10 plazas. En este caso hubo 136 interesados, de los que 50 lo marcaron como primera preferencia.

En el octavo puesto está el único grado de la UVigo que se cuela en el top 10, Ingeniería Aeroespacial, impartida en el campus de Ourense. La oferta de 50 plazas se llena todos los años. Acceden uno de cada ocho estudiantes.

Por último, una salida exitosa al mercado laboral no siempre marca la pauta de los futuros estudiantes a la hora de embarcarse en un grado. Las modas o la vocación todavía inciden en los comportamientos selectivos. Para muestra, el doble grado de Periodismo y Comunicación audiovisual, que se cuela entre las titulaciones más demandadas del sistema universitario gallego.

En el último puesto se sitúa el grado en Biotecnología (con una de las notas más altas del sistema, un 12,39). En sus aulas solo se ofertan 50 plazas que contrastan con las casi 800 solicitudes que reciben. 


JOSÉ MARÍA SUÁREZ QUINTANILLA
PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ODONTOLOGÍA Y CATEDRÁTICO EN LA USC

“En 15 años habrá déficit de dentistas en Galicia”

José María Suárez Quintanilla.

José María Suárez Quintanilla. / FDV

José María Suárez Quintanilla es presidente del Colegio de Odontología de Galicia y profesor de la USC en varias materias del grado universitario necesario para ser ejercer la profesión. Alerta de que, pese a las pocas plazas ofertadas para que no haya un exceso de dentistas, en los próximos años podría haber ausencia de profesionales por el alto porcentaje de alumnos foráneos.

–¿Por qué tantos alumnos solicitan esta carrera?

–Es un grado que después de cinco años habilita directamente para ejercer, en los demás hay que hacer un máster o una especialización, pero en nuestro caso, cuando finalizas el último año ya puedes ponerte a trabajar en una consulta.

–¿Por qué se ofertan tan pocas plazas cada año?

–El número va en función de la ratio dentista-habitante. En segundo lugar, porque es una carrera con unos costes muy altos. La de la USC quizá es una de las facultades de todo el país con más gastos teniendo en cuenta el número de alumnos que tiene. Los materiales son muy caros, las instalaciones se renuevan constantemente, el número de profesores es muy elevado. Tenemos prácticamente dos por alumno. Con el coste de formar a un dentista puedes hacer cuatro abogados.

–¿Es proporcional a las necesidades de la sociedad?

–Básicamente no se pueden ofertar más dentistas de la población que está censada. Sin embargo, actualmente contamos con alumnos de las cuatro provincias gallegas, Castilla y León y otras regiones cercanas que no tienen está titulación. Debido a la descompensación que hay en las pruebas de selectividad, este año el 35% de las plazas se cubrieron con estudiantes de otras comunidades autónomas. Esto nos sitúa en una posición en la que dentro de 15 años tendremos un déficit de profesionales.

–¿Cómo está el sector ahora mismo?

–Nosotros tenemos una gran dispersión geográfica. En Galicia el número de dentistas es muy elevado en comparación con otras comunidades autónomas. Hay núcleos de población que no tienen profesional porque no sería rentable. Ahora mismo, sacar más profesionales a la calle, lo único que haría sería aumentar el paro o lo que es mucho peor, el subempleo.

–¿Cuánto cobra un dentista?

–Los sueldos varían mucho, pero el convenio que tienen los profesionales estipula entre 1.500 y 3.000 euros. Ahora muchas de las clínicas ya no son de dentistas, son de personas que no tienen nada que ver.

–¿Debería haber dentistas públicos? Los costes quizá no están al alcance de todo el mundo...

–Sí, sería fundamental. Lo que influye en la atención sanitaria de la odontología es fundamentalmente que las bocas estén lo más sanas posibles. Cuando están más sanas, curiosamente el dentista puede desarrollar muchísimas más actividades que cuando tienen patologías. Por tanto, reclamamos que aumenten las prestaciones públicas porque tenemos una bolsa de pobreza y de marginalidad muy elevada en nuestro país. Esas personas no van a poder acceder a una consulta privada. Las familias, desde la crisis de 2008, están muy tensionadas económicamente. Muchas no se han podido recuperar.

–¿Cuánto gasta de media una familia española en el dentista?

–Se sitúa en los 250 o 300 euros anuales. Parte de ese dinero debería ser financiado por el Estado.

–Con el tiempo, ¿hay más o menos patología dental? ¿Cómo cambió?

–La patología es diferente. Antes había sobre todo caries. Ahora, debido al estrés (fundamentalmente) y con más incidencia post-COVID, vemos problemas en las encías, lesiones orales o bruxismo. Después de la pandemia, la boca de los pacientes empeoró. No sabemos si después del virus, que también podría ser o por el cambio emocional que está teniendo la sociedad. Eso repercute en la boca y nuestros tejidos también empeoran. Hubo un repunte de lesiones que antes no se veían, creemos que por efecto del llamado COVID permanente.

–¿Cómo se manifiesta?

–Aparición de lesiones orales, aparición de cambios en el gusto, problemas de encías, sobre todo de gingivitis en personas que mantienen una higiene oral adecuada, y todos los derivados del bruxismo

–¿Ahora se va más o menos al dentista?

–Lo bueno es que ahora se va más. Galicia es una de las comunidades que más cultura tiene de mantener una salud dental adecuada, influenciada por los cuidados familiares y parentales, que suelen ser muy estables. 

Suscríbete para seguir leyendo