Las multas al transporte escolar en Galicia repuntan 10 puntos en el último lustro

El 15% de los menores que utilizan a diario el transporte escolar en España son gallegos. Son más de 90.000 los niños que viajan en autobús para ir al colegio y regresar a casa en Galicia, un trayecto en el que el estado del vehículo y el comportamiento del conductor resultan claves para su seguridad. Si bien es cierto que se trata de un medio de transporte seguro, la vulnerabilidad de sus pasajeros y el tipo de carreteras por las que circula —la mayoría con vías secundarias— hacen necesaria una vigilancia especial para garantizar traslados sin incidencias y, en el caso de producirse un accidente, que las consecuencias sean lo más leves posibles.

Para controlar las deficiencias que puedan presentar los buses escolares y las infracciones que cometen los conductores, la DGT puso en marcha el mes pasado una campaña en la que inspeccionó casi 300 vehículos en la red viaria gallega, de los que 139 fueron denunciados (casi el 47%) —una media de casi 30 cada día—. Las denuncias se elevaron a 216, lo que supone que hubo conductores que siguieron su trayecto con varios expedientes sancionadores, según datos del Sector de Tráfico de Galicia facilitados por la Jefatura de Tráfico de A Coruña, desde donde se coordinan todos los centros territoriales de la comunidad.

Con el balance de esta campaña, realizada entre los días 22 y 26 de enero, la tendencia en las deficiencias e infracciones cometidas por los conductores de autobuses escolares ha sido al alza. En concreto casi once puntos más que hace cinco años, entonces la tasa de incumplimientos en la flota controlada se situaba en un 36%.

La tasa de infracciones detectadas en la flota controlada en Galicia es más alta que la registrada en el conjunto nacional, diez puntos por encima de la media (36%, 1.044 infractores de 2.799 vehículos inspeccionados). En el mapa de España, las denuncias interpuestas a autobuses escolares en la comunidad gallega suman el 12% del total (216 de 1.781). Esta cifra se traduce en una media de 43 expedientes sancionadores cada día en la red viaria de Galicia.

Como es habitual, las irregularidades administrativas son las que mayor número de denuncias han generado, entre ellas 59 por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada, tal y como exige la ley (de 330 en el conjunto del país) y 41 por no disponer de la autorización especial para realizar el transporte escolar (de un total de 629).

De las cuatro provincias gallegas, Lugo y A Coruña son, por este orden, las que presentan la mayor tasa de incumplimientos en los vehículos inspeccionados, por encima del 50%. En el caso de la flota lucense controlada, el 56,2% presentan deficiencias o sus conductores fueron denunciados por saltarse alguna norma al volante (27 de 48). De los autobuses escolares controlados en las carreteras de A Coruña, el 55,4% fueron denunciados (41 de 74). Y por debajo de la media autonómica se encuentran Pontevedra (42,6%, con 46 de 108) y Ourense (37,3%, con 25 de 67).

En cuanto al volumen de denuncias interpuestas, está a la cabeza A Coruña, con 71, seguida de Pontevedra (69) y, finalmente, Lugo con 43 y Ourense con 33.

Desde Tráfico destacan que, si bien las cifras de siniestralidad anuales reflejan que el transporte escolar es un medio seguro, siendo el primer colectivo de seguridad vial que alcanza el objetivo “visión cero” con cero fallecidos en accidentes de tráfico desde el año 2012, sí que se producen siniestros en los que la velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas.

Según el informe de la Fundación Línea Directa Transporte escolar ¿viajan seguros nuestros hijos?, los vehículos destinados a este tipo de traslados por carretera tienen 11 veces menos siniestralidad que el coche privado y 6 veces menos que el autobús público.

El 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos. En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del autobús o de los padres. Para evitar este tipo de siniestros, Tráfico recomienda a los padres respetar las paradas, ir con el tipo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.

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