Urgencias saturadas| El Sergas tendrá que reforzar con más de 100 médicos y reducirles su carga horaria

Este año ya adjudicaron 74 plazas nuevas en hospitales, que se incrementarán hasta 2026, para pasar de 160 a 145 horas

Se compromete a revisar los planes funcionales

Acceso a Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro.

Acceso a Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro. / Marta G. Brea

Elena Ocampo

Elena Ocampo

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) explicó ayer a los sindicatos representados en la mesa sectorial –CIG, CSIF, CCOO y UGT– que plantea 113 plazas nuevas de médicos de Urgencias en Galicia hasta 2026, para compensar la reducción horaria de 160 a 145 horas (sumando la jornada ordinaria y la complementaria) y que, por lo tanto podrán convocarse en próximas OPE para estabilizar al personal. De hecho, la administración sanitaria ya incluyó en el presupuesto de este año la creación de 74 plazas nuevas en estos servicios de emergencias hospitalarias –publicadas el primer día de febrero en el DOG–.

La Xunta prevé incrementar la cifra de facultativos en el horizonte de 2025 y 2026, hasta esos 113 médicos más y con la vista puesta en el citado objetivo de que la media horaria baje a las 145 horas mensuales. Aunque los representantes de la Consellería de Sanidade se presentaron ayer en la reunión con la consigna de no poder sellar ningún acuerdo que tenga efectos económicos –mientras no se constituya oficialmente el nuevo gobierno–, la explicación llegó de mano de una pregunta de las fuerzas sindicales: ¿con qué criterio se diseñaron las 74 plazas adjudicadas este año?

Planes funcionales

Así, según confirmó el secretario nacional de CIG-Saúde, Manuel González Moreira, la administración sanitaria citó los criterios con los que se calcularon las nuevas plazas y se comprometió –a instancia del citado sindicato nacionalista– a la revisión de los Planes funcionales de Urgencias, “para darles participación a los profesionales de todas las categorías, que acuerden con la dirección la organización del servicio” y también la revisión de las retribuciones de las horas complementarias.

Testimonio que coincide con el del responsable de la Secretaría de Sanidade de UGT Galicia, Javier Martínez que, aún así, valora como “insuficiente” el diseño realizado para el incremento de facultativos de Urgencias. Martínez puso sobre la mesa la necesidad de equilibrar los pagos de la “jornada complementaria” entre los PAC y los médicos de urgencias hospitalarias.

¿Por qué? Ya que actualmente existe un desfase en el cobro de estas horas en distintos servicios y que en los hospitales también se realizan “ya que no hay sustitutos”. Así, los plazos de vacaciones o bajas de corta duración, asegura Martínez, tienen que ser cubiertas en el seno del propio servicio.

Fue la primera reunión de la “Comisión de seguimiento del acuerdo firmado en 2007 con las condiciones laborales de los médicos de urgencias” y que contó por parte del Sergas de la directora xeral de Recursos Humanos, Ana Comesaña, con un equipo de tres subdirectoras y del subdirector de Asistencia sanitaria, Alfonso Alonso.

Sin sustitutos

Del mismo modo, el presidente de CSIF, Galicia; Carlos Castro, aseguró al salir de la comisión la “buena disposición y voluntad del Sergas” con el refuerzo de efectivos para afrontar la reducción horaria. Pero también alude a problemáticas como la que existe en el Complejo hospitalario de Ourense, en cuyo servicio de Urgencias faltan 6 interinidades por cubrir. Otros sindicatos también cifra en 4 las plazas vacantes. “No hay candidatos”, aseguran También, que la autoridad sanitaria trata en estos momentos de dar solución a esta problemática.

Según los últimos datos del Sergas hay casi medio millar (unos 469 médicos) trabajando en las urgencias hospitalarias y el aumento exponencial de la actividad y la falta de profesionales han provocado que la mayoría de ellos realicen más de 160 horas mensuales, cuando este acuerdo del año 2007 recogía 130 de jornada ordinaria y en torno a 140 o 150 sumando la complementaria.

Era una reivindicación que las organizaciones de trabajadores llevaban ya años poniendo encima de la mesa y que había motivado protestas ante las puertas de urgencias de los hospitales gallegos.