"Me sentí afortunada": Vanessa esquivó un cáncer de útero y explica cómo tú también puedes

Una de cada 16 mujeres del cribado del cáncer de cuello de útero da positivo: hasta 3.162 gallegas

Se detectaron ocho cánceres de cérvix y hasta 71 pacientes tenían ya lesiones en fase avanzada, que requirieron de intervención

Una matrona con el kit de cribado de cáncer de cérvix en un centro.

Una matrona con el kit de cribado de cáncer de cérvix en un centro. / IAGO LÓPEZ

Elena Ocampo

Elena Ocampo

El cribado oportunista de cáncer de cérvix que practicó el Sergas a la joven Vanessa puso nombre a lo que hasta la fecha se insinuaba como una simple infección. La citología detectó células anormales en la superficie del cuello uterino: dio positivo en virus de papiloma humano (VPH). “Al principio, tras conocer los resultados [neoplasia intraepitelial cervical] me asusté mucho, pero a medida que avanzaban los días, realmente me sentí afortunada”, explica sobre esa lesión, considerada la antesala del cáncer de cuello de útero, esta gallega que trabaja en hostelería. Acudir a la cita le costó cambiar turnos con su compañeras, pero ahora, consciente de que sus muestras en estadío 2 podrían haber avanzado sin percatarse, respira aliviada.

Una de cada 16 mujeres que participaron en el programa de cribado del cáncer de cuello de útero, como Vanessa, resultaron positivas: 3.162 gallegas tenían virus de papiloma humano.

Es la cifra resultante desde que arrancó el programa en 2020 y según los datos del Sergas. Esta prueba voluntaria acaba de implantarse en todas las áreas sanitarias –en diciembre de 2023 se extendió a toda Galicia– pero los resultados hablan por sí solos: un 6,3% de positividad entre 89.924 mujeres que participaron, con datos de la Consellería de Sanidade de la primera quincena de enero de 2024. Es decir, una de cada 16 mujeres participantes. Aún así, destacan que no hay que alarmarse.

Los resultados del balance indican que se detectaron solo 8 cánceres de cérvix entre las mujeres analizadas y hasta 238 tenían lesiones premalignas, que requirieron de intervención: 71 de ellas en fase avanzada (es decir, en los estadios 2 o 3). No deben de asustarse en exceso, explican fuentes sanitarias, porque el resultado positivo no implica necesariamente desarrollarlo, pero la intervención precoz permite frenar el avance. Es decir, que la prueba fue eficaz para determinar la necesidad de una actuación ágil.

Para las lesiones más graves, existen varios tipos de tratamientos que permiten destruir o extirpar los carcinomas producidos por este virus: conización cervical, que consiste en extirpar cortando un fragmento del tejido del cuello del útero en forma de cono, un procedimiento que se realiza en quirófano con anestesia.O destrucción de la lesión, o bien mediante congelación (crioterapia) o vaporización (aplicando un láser).

Según los datos del último informe del Registro Gallego de Tumores (Regat), en 2021 fallecieron 45 mujeres en Galicia por cáncer de cérvix, que a nivel europeo es el segundo cáncer más frecuente entre mujeres de 15 a 44 años, tras el cáncer de mama.

Participación

La población diana para este cribado poblacional son las mujeres de 35 a 65 años, cuyo número en Galicia asciende a 585.079 personas. El grado de participación es entre 55% y 60%, similar al del cribado de cáncer de colon y con menor adherencia que de cáncer de mama (82%).

Los programas de prevención de cáncer de cérvix basados en la realización periódica de citología cervical o de la prueba del VPH, en función de la edad de la mujer, permiten detectar y tratar precozmente lesiones premalignas del cuello del útero, contribuyendo de esta forma a disminuir considerablemente el número de casos y la mortalidad por este tipo de cáncer.

¿Cómo se realiza? Desde Saúde Pública remiten un sms de invitación al programa. En el caso de no haber inscrito el teléfono móvil en la tarjeta sanitaria–un 5% de casos– se envía una carta. Cuando la mujer acepta la participación, puede elegir entre pedir cita con su matrona para realizar la prueba del VPH (opción elegida por un 47,9 % de las participantes) o solicitar el envío a casa del kit de “autotoma”. La prueba consiste en la obtención de una muestra de fluido vaginal o de cuello de útero, en la muestra tomada por la matrona, en la que se puede detectar el virus.

Por carta o SMS

Los resultados negativos de VPH se comunicarán por sms o por carta a las participantes, que lo repetirán a los 5 años; mientras que los resultados positivos siempre se comunican por carta. Cuando la prueba es positiva a VPH, hace falta realizar una citología para verificar se existen o no alteraciones de las células del cuello del útero, salvo que se traten de los genotipo 16 o 18 (de riesgo oncogénico). En estos casos está indicado realizar directamente una colposcopia. También existe otro cribado oportunista, que afecta a mujeres de 25 a 34 años: se realiza con una citología.

¿Y las mujeres vacunadas frente al VPH? También deben realizar las pruebas de detección, ya que la vacuna no protege frente a todos los tipos de infección.

Ángel Gómez Amorín: “En estadios graves, existen tratamientos que destruyen o extirpan las lesiones”

Jefe de servicio de Programas Poboacionais de Cribado, Saúde Pública

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“De lo que se trata en el caso del cáncer de cérvix, como en el de colon, es no solo de adelantar el diagnóstico para detectar casos en estadios precoces que van a tener una evolución mucho más favorable”, resalta el jefe del programa de cribados de Saúde Pública de la Xunta, Ángel Gómez Amorín. “Además, nos permite identificar casos en los que puede haber lesiones precancerosas en que podemos evitar que se llegue a desarrollar el cáncer de cérvix. Evitamos no solo la mortalidad, sino que incidimos sobre la evolución de la enfermedad”, resume. Es una estrategia preventiva, incide el experto. “En afecciones graves, existen tratamientos que destruyen o extirpan las lesiones”, sostiene Amorín. “El mensaje clave es que estamos evitando el cáncer, tratando lesiones que se pueden tratar por láser o crioterapia”, añade. Con todo, la incidencia en Galicia es baja. Son dos las estrategias preventivas que contribuyen a esta eliminación del cáncer de cervix a la mínima incidencia: el cribado y la vacunación contra el virus de papiloma humano (VPH), ahora también para varones de 12 años. La vacuna reviene tanto de los cánceres orofaríngeos, anales y de pene, como de las verrugas genitales y es útil para complementar la protección frente al cáncer de cuello uterino en las mujeres, a través de la protección de grupo. Además de en las mujeres, siguiendo las recomendaciones de vacunación de grupos de riesgo se recomienda –tanto para hombres como para mujeres– en los siguientes colectivos: infección por VIH (hasta los 45 años); hombres que tienen sexo con hombres, personas en situación de prostitución y mujeres con trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos. La vacuna previene frente a los genotipos de riesgo oncogénico 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58, y en los genotipos no oncogénicos 6 y 11. Además, es vital el uso de preservativo, especialmente en relaciones esporádicas o múltiples y dejar de fumar, porque el consumo de tabaco aumenta la probabilidad de tener cáncer de cérvix.

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