El alumnado foráneo matriculado en FP se dispara un 150% en una década

Hace una semana la Consellería de Educación difundía los datos más recientes de inserción de Formación Profesional y presumía de que se situaban en “máximos históricos”, incluso con pleno empleo en una veintena de ciclos. La empleabilidad de los estudios, además de su concreción, su duración y la combinación de teoría y práctica, son algunas de las razones que explicarían, según sus docentes, el éxito de estas enseñanzas. También el alumnado extranjero percibe estas ventajas y se apunta a los ciclos.

El balance de la Consellería de Educación para este curso eleva los matriculados en estas enseñanzas a alrededor de 64.500, lo que sitúa la demanda en cifras de récord, como destacan desde la Xunta. La mayor parte de ese alumnado, en torno a 40.000 inscritos, está conformada por quienes se matriculan en cursos completos, en la modalidad ordinaria. Si el número de los que eligen esta opción se ha incrementado en general en un 17 por ciento a lo largo de la última década, el alumnado sin nacionalidad española que se decanta por esta alternativa se ha disparado un 150 por ciento en ese mismo intervalo. Eso supone que si en general cada vez más estudiantes perciben las ventajas de estudiar un ciclo –algunos incluso se apuntan después de pasar por la universidad para reciclarse–, el incremento de inscritos es siete veces superior en alumnado foráneo.

La inserción de FP alcanza un máximo con el reto de fomentar el emprendimiento

Galicia, una de las comunidades con menos peso de extranjeros –solo Extremadura registra un menor porcentaje–, acoge en sus ciclos ordinarios de FP, según estimaciones de la Xunta, a un total de 2.262 estudiantes sin nacionalidad española este curso cuando una década atrás, en 2013-14, apenas superaban los 900. En las aulas de centros de Pontevedra estudiarían 710 de estos alumnos, uno de cada tres, aunque es A Coruña la que concentra la mayoría, más de 860.

A lo largo de ese período se ha incrementado el peso relativo del colectivo sobre el total. Una década atrás, los extranjeros constituían un 2,6 por ciento del alumnado de ciclos ordinarios y ahora suponen más del doble (un 5,6 por ciento).

Crecimiento en todas las enseñanzas

Si el número de matriculados no españoles en ciclos ordinarios de FP ha ido a más en una continua progresión a lo largo de la década, la cifra de quienes se animan a cursar enseñanzas de adultos, en las que se incluyen ciclos ordinarios y enseñanza modular, va oscilando y este año, con datos provisionales, ha tocado a la baja, aunque en global la subida suponga un 90 por ciento. En concreto, las estimaciones de la Consellería de Educación cifran en 3.435 los extranjeros que buscan sacarse la formación más básica, superar el Bachillerato o hacerse con un título de técnico o de técnico superior.

En todas las etapas educativas ha crecido el alumnado extranjero, aunque no de forma constante y al alza como en FP. En el caso de Infantil, el incremento de la última década, tomando como referencia el curso actual, es similar al de ciclos ordinarios, casi un 150 por ciento. En Primaria, es inferior, en el entorno del 80 por ciento; en la ESO, de un 54 por ciento, y en Bachillerato, de un 63 por ciento. Ese año menos de mil alumnos extranjeros están matriculados en Bachillerato, menos de la mitad que los que eligen ciclos ordinarios.

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