Más de 200.000 gallegos consumen a diario tranquilizantes y somníferos

El recurso a hipnosedantes se dispara un 41% en la comunidad desde la pandemia

Aunque la ingesta sin receta es “residual”, lo probaron alguna vez 30.000 personas

Carmen Villar

Carmen Villar

Cuando el COVID hizo su irrupción no solo provocó daños en el cuerpo de miles de infectados, incluso la muerte, sino que además lo inédito de la situación, las restricciones de movimiento que conllevó o la crisis económica que se derivó de la coyuntura sanitaria también pasaron factura a la salud mental. Desde entonces, las consultas de los psicólogos, también de la privada, conocen las listas de espera. Por los despachos de estos especialistas sanitarios desfilan miles de ciudadanos con episodios de estrés, ansiedad o depresión. En ese contexto, la ingesta de antidepresivos, en la que Galicia es líder en el Estado, se ha disparado. Los gallegos buscan alivio para su espíritu y más de 200.000 personas toman a diario tranquilizantes, sedantes o somníferos o, como los denomina el Plan Nacional sobre Drogas, al pasar revista a su consumo, hipnosedantes.

La encuesta EDADES, que es la utilizada para testar el grado de consumo de sustancias, legales o ilegales, en la población adulta (de 15 a 64 años), permite constatar que un 28 por ciento de gallegos en esas edades, unos 470.000, ha experimentado alguna vez en la vida con este tipo de medicamentos. Eso incluye a quienes lo hicieron, además, sin pasar previamente por un médico. Aunque la Xunta, que financia una ampliación de la muestra para Galicia, señala en su informe que “el consumo de hipnosedantes sin una prescripción médica previa se puede considerar residual, tanto en la comunidad gallega como en España”, porque “solamente” admiten haberlo hecho una vez en la vida el 1,8% de los gallegos y el 3,6% de los españoles, en números absolutos implica que más de 30.000 gallegos tuvieron acceso a ellos sin receta alguna vez. En plazos temporales más cortos, señala el Ejecutivo autonómico, las frecuencias de consumo se vuelven “anecdóticas”.

Valor más alto de la serie

Si lo que se tiene en cuenta es el comportamiento del último año, el indicador que mide el consumo de hipnosedantes en Galicia muestra un crecimiento de 3,4 puntos con respecto al informe previo, de 2020, y además marca el valor más alto de toda la serie histórica analizada: un 17 por ciento ha consumido estos fármacos en los doce meses previos a la encuesta (unas 285.000 personas).

El documento que analiza los resultados del Plan Nacional sobre Drogas advierte asimismo de un aumento que se da de forma “especial” en la comunidad cuando se trata de analizar el consumo en el mes previo a la encuesta, el reciente. Involucraría a un 14,1% de los gallegos (unos 237.000), 4,4 puntos por encima de la media estatal y una cifra superior al 10,1% registrado en 2020.

En el consumo diario, Galicia también despunta. De hecho, el análisis habla de un incremento “llamativo”. Si un 8,7% de los adultos recurría a unos medicamentos que tranquilizan, relajan, calman la excitación nerviosa y producen sueño en 2020, en 2022 habían pasado a un 12,3 por ciento, lo que representa un 41% más. En la práctica, eso supone que son más de 200.000 gallegos los que emplean estos fármacos con asiduidad.

Son las mujeres las que recurren con más frecuencia a estos tratamientos. En ellas, el porcentaje de consumidores en el último año es del 22,2 por ciento –una de cada cinco–, el doble que entre varones –de un 11,6 por ciento–. Por edades, el estudio, que divide el análisis en dos tramos, uno más joven (15 a 34) y otro de 35 a 64 años, señala que es en el segundo intervalo donde más se emplean: un 18,8%, frente al 12,3%. En todos los segmentos analizados Galicia supera al conjunto autonómico.

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