Las protectoras de animales, desbordadas: “Es un verano asfixiante”

Al gasto en pienso y medicación se sumará una subida salarial de los veterinarios del 4,5%

Yadira Tenreiro, en las instalaciones del refugio Mougá.  | // CEDIDA

Yadira Tenreiro, en las instalaciones del refugio Mougá. | // CEDIDA / Susana López Carbia

Susana López Carbia

“Está siendo un verano asfixiante. Estamos a tope”, revela Gloria Cubas, presidenta de la protectora Os Palleiros de Pontevedra. En las instalaciones de esta asociación cuidan en estos momentos a algo más de 90 perros. Solo en lo que va de mes han tenido que hacerse cargo de veinte. Muchos llegan “sin sociabilizar”, por lo que no pueden compartir canil con otros animales, lo que complica la gestión del espacio en sus instalaciones.

A pesar de que es obligatorio identificar a los animales con un microchip, son mayoría los que llegan sin él, por lo que resulta imposible localizar a sus dueños. “Muchos se pierden o se escapan de su casa, pero no tenemos manera de contactar con sus propietarios. Algo que se solucionaría simplemente si contasen con este dispositivo”, señala la presidenta de Os Palleiros sobre un problema común a todas las protectoras.

Y cuantas más bocas que alimentar, más cuentas hay que hacer. En Os Palleiros han tenido que incrementar el precio de las adopciones, de 60 a 80 euros, para intentar hacer frente a los gastos que supone mantener abierto el refugio. “El perro va esterilizado, con microchip, vacunado y desparasitado por dentro y por fuera”, explica, pero el incremento “no da para cubrir los gastos”.

Tampoco dan las cuentas en la protectora Arca de Noia. El colectivo, activo desde hace una década, ha lanzado un SOS para evitar su cierre, incapaz de atender a tantos animales y sufragar los gastos que supone alimentarlos y cuidarlos. Tras pagar una factura de 5.700 euros de una sola clínica veterinaria por una epidemia de paluecopenia felina, la protectora noiesa no puede seguir afrontando el pago de mil euros al mes que implica la residencia de perros y los 3.500 euros que tiene de media en gastos de veterinaria, a lo que sumará en breve el alza salarial del 4,5% de este colectivo profesional fijado en el convenio. “Estamos desbordados. No tenemos acogidas ni adopciones. Tenemos cientos de gatos. Estamos aportando dinero de nuestros bolsillos y cuidando gatos en nuestras casas. Yo, por ejemplo, tengo 25 en la mía”, señala Lira Sierra, la vicepresidenta de la entidad.

En Ferrol, el refugio mancomunado de Mougá atiende actualmente a unos 110 perros, un 20% por encima de su capacidad, y en torno a 130 gatos, más del doble de lo previsto cuando se creó el espacio, según Yadira Tenreiro, gerente de la empresa que gestiona las instalaciones