El jabalí daña más de 1.600 hectáreas de cultivos y frutales en Galicia cada año

El CES insta a la Xunta a controlar la población a través de tecores de caza | La superficie perjudicada se triplicó de 2016 a 2019 y aumentó casi un 30% tras la pandemia

Jabalí en una zona de monte

Jabalí en una zona de monte / El nivel de daños a la agricultura será uno de los criterios de asignación. 01/06/2022 Np Cagpds El Boja Publica Una Resolución Que Permite A Los Cazadores Colaborar En El Control De Cerdos Asilvestrados Y Jabalíes Por Sobrepoblación ECONOMIA JUNTA DE ANDALUCÍA

Varios pacientes del hospital de Ourense pudieron grabar esta misma semana un jabalí de considerable tamaño que cruzaba un paso de cebra a plena luz del día frente a la entrada de Urgencias del CHUO. Otro vídeo de un jabalí que atacó a dos personas en una playa de Alicante el mes pasado –y acabó abatido por la Guardia Civil tras desalojar el arenal– fue el último de los virales que, desde la pandemia, muestran a familias de estos animales por zonas urbanas con total confianza, como si estuvieran en su propia casa.

El abandono del rural ha provocado que el censo de la fauna salvaje vaya a más y su cada vez más frecuente desplazamiento a zonas más habitadas, siguiendo a la población humana en busca de alimento, envuelve un problema más complejo. Se desplazan a lugares más seguros y periurbanos, pero su censo, no obstante, ha mermado en tradicionales lugares donde antaño pastaban castañas a su antojo, como ocurre en O Courel.

Más allá de la anécdota, los daños de esos cerdos salvajes en los cultivos son cuantiosos en Galicia: cada año destruyen más de 1.600 hectáreas de campos cultivados o con frutales. Así lo desvelan los datos del Consello Económico e Social de Galicia (CES) que han puesto de relieve que en el último año dañaron una superficie similar a 1.606 campos de fútbol. La superficie afectada por estos animales bravos se triplicó entre 2016 y 2019 –al pasar de 371 hectáreas declaradas a 1.293– y aumentó casi un 30% tras la pandemia, al superar las 1.746 hectáreas afectadas en 2020. Precisamente, las cifras coinciden con los años en los que permanecieron activas líneas de ayudas económicas para paliar los daños.

Participación de los tecores

“Ante los daños provocados por la fauna salvaje, es preciso que la Administración responda con medidas preventivas y paliativas”, asegura el CES en un informe, en el que insta a la consellería de Medio Ambiente “a que exija la participación efectiva de las sociedades de caza, encargadas de la gestión de los tecores, esto es, de los terrenos cinegéticos ordenados, para las intervenciones de control poblacional”.

Aun así, conviene destacar que la superficie de cultivo afectada en el año 2022 asciende a 1.606 hectáreas, lo que supone un descenso con respecto al año anterior, con 133,7 ha menos –un 7,7%–. Esta caída viene motivada por la evolución en la provincia de A Coruña, con 107 ha dañadas –un 13,7% menos–, disminuyendo también en las provincias de Pontevedra y Ourense con 25 y 4 ha dañadas menos, respectivamente, e incrementándose ligeramente en la provincia de Lugo. La provincia con la superficie de cultivo más afectada fue A Coruña, con 674,9 hectáreas, lo que representa el 42% de la superficie total dañada en la comunidad, seguida de Lugo, con 572 ha, el 35,6%.

Siniestros

De la mano de la mayor presencia de animales de caza mayor como el jabalí, propiciado por el abandono del campo, también está el aumento de siniestros viarios en los que se ven implicados. Según la Federación Galega de Caza, los percances viarios provocados por el jabalí y por el zorro durante los últimos doce años casi se triplicaron, mientras que los causados por el corzo son el doble. En todo caso, el protagonista de la mayoría de los encontronazos con vehículos en las carreteras es el jabalí. Durante el año pasado, estuvieron implicados en 3.293 accidentes viarios, siete de cada diez de los siniestros protagonizados por las cinco especies cinegéticas analizadas, y vinculados al 87% de las víctimas originadas por choques con fauna cinegética.

La mayoría –el 53%– de los siniestros con animales en España se concentran en tres autonomías: Castilla y León (25%), Galicia (17,6%) y Cataluña (10,6%). La gallega ostenta el segundo puesto en el ranking, según el Informe del Centro de Estudios y Opinión Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial sobre colisiones de vehículos contra animales, que recopila información sobre más de 6.600 colisiones que constan en la base de datos de la entidad. La información recabada en el estudio confirma al jabalí como el principal protagonista del binomio animales-accidente, al estar presente uno de cada tres siniestros analizados en todo el Estado. De ahí que aparezca en el informe como el número 1 en la lista de animales “más peligrosos”.

Galicia está de segunda en el podio, tanto si se analizan colisiones con especies domésticas como cinegéticas. En el primer caso, la supera Castilla y León; en el segundo, Andalucía. El estudio también analiza el ámbito provincial para alertar de que Burgos “se mantiene como la provincia más peligrosa de España, en cuanto a siniestralidad con animales, seguida de Ourense y León”, pero si solo se examina el dato de accidentes con fauna doméstica, es Pontevedra la que ocupa el segundo puesto después de Murcia. El mes con más atropellos de animales en el caso de Galicia, es noviembre.

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Cultivos que ocupan una extensión de hasta 513 hectáreas de cereal acaban de recibir una indemnización en Galicia –mayoritariamente están asentados en Ourense– a causa de la sequía de la última campaña. Así lo manifiestan desde el sistema de seguros agrarios “Agroseguro”, que abonó este año una cifra récord: 112,6 millones de euros a productores asegurados de cultivos herbáceos de secano (cereal de invierno, leguminosas y colza) por los siniestros en España.

Aseguran que es la cuantía más elevada abonada a los productores de herbáceos en los 43 años de historia del seguro agrario en España. Son zonas productoras tempranas, donde la evaluación de daños comenzó de manera generalizada a finales de mayo. Pero no son las únicas afectadas: las copiosas lluvias y granizo dañaron 3.080 parcelas en Galicia, con daños denunciados por la meteorología adversa de finales de mayo y principios de junio.

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