Galicia tendrá un verano muy cálido pero con más lluvias y tormentas

La primavera que está a punto de concluir es la tercera más caliente desde que hay registros

R. P.

El de 2023 será un verano de bañador y paraguas. Tras un 2022 como el año más cálido de la historia en Galicia, este va camino de batir nuevos máximos. En la antesala del inicio de la próxima estación, el domingo día 21 arranca oficialmente el verano, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha avanzado sus previsiones para esta temporada estival en la comunidad gallega. Los efectos del cambio climático ya se han instalado en los boletines meteorológicos del mapa de España. Galicia no es una excepción. Este mes de junio y los de julio y agosto serán “más cálidos de lo normal”, según avanzó ayer el delegado de Aemet en la comunidad, Francisco Infante. La diferencia la marcarán las precipitaciones, ya que en la mitad norte se espera un “comportamiento normal”, mientras que en la sur será “algo más húmedo” de lo habitual. “Probablemente, porque sea una estación que podría resultar más tormentosa de lo normal”, detalló Infante.

De cara a los próximos días, según apuntó el portavoz de Aemet, el tiempo estará condicionado por la de borrasca Óscar, con “nubes y claros, chubascos y tormentas”. Esta “inestabilidad” se mantendrá hasta el próximo martes, aunque con tormentas “menos intensas y menos frecuentes”. A partir de esa jornada, es probable que se afiance el anticiclón y haya una situación de estabilidad, sin precipitaciones, con tiempo seco y soleado el resto de la semana.

Esta primavera que ya está a punto de terminar ha sido, según el balance presentado ayer, “muy cálida y entre seca y muy seca” en Galicia. En concreto, la tercera más cálida desde que hay registros, que comenzaron en 1961, tras las de 1997 y 2011. La temperatura máxima se alcanzó el día 2 de mayo en la localidad ourensana de Ribadavia con 32,4 grados. Tanto marzo como mayo han sido meses muy cálidos, aunque destaca abril, que superó las temperaturas medias en 2,5 grados. Pese a este incremento en el mercurio, no ha sido el abril más cálido de la serie histórica, ya que el de 1984 y el de 2011 lo fueron todavía más.

En cuanto a las precipitaciones, la estación fue “muy seca”, con un 71% de la lluvia media habitual.