El mayor terrateniente gallego pierde más de 500 hectáreas por los incendios de Asturias

Aladino Barros calcula pérdidas de medio millón de euros y sostiene que la gestión del territorio en Galicia y Asturias está mal y “debe ser rentable”

Aladino Barros, este pasado domingo, en Allande

Aladino Barros, este pasado domingo, en Allande

Mariola Riera

A Aladino Barros se le cayó el alma a los pies este pasado domingo cuando pisó Allande para conocer el alcance de los incendios que asolaron Asturias hace menos de dos semanas y que se llevaron por delante más de 30.000 hectáreas en toda la región. Barros, que pasa por ser el mayor terrateniente de Galicia, su tierra natal, posee en el Principado unas 3.000 hectáreas de terreno rústico a través de su empresa Piccolo Rancho. Ha perdido en el concejo allandés –donde posee 852 hectáreas– más de 500 por culpa del fuego, lo que le convierte en uno de los propietarios a título individual más afectados. Calcula que en dinero rondará el medio millón de euros "calcinados".

De vuelta a Pontevedra, el empresario gallego explica que no tiene muy claro qué pasará con el terreno que le ha quedado inutilizado en Asturias por unos incendios que, sostiene, son "intencionados". Se basa para decir esto en que el fuego "no cruzó la carretera, ardió a uno y otro lado, pero no cerca de la vía". Cree que "no tiene perdón" lo ocurrido y se declara "incapaz" de dar con la fórmula que evite que los montes sean pasto de las llamas. "No lo sé, quizá castigos ejemplares servirían para disuadir. Pero es algo muy grave lo de quemar árboles, gracias a ellos respiramos. El hombre puede vivir sin el mar, los peces, pero no sin la tierra", advierte.

Monte bajo, pinos, robles y abedules

En su caso, ha perdido monte bajo, pinos, robles, abedules... "Es mucho dinero e irreparable a corto plazo. Hay árboles que tardan mucho en crecer, unos 80 años. Había terrenos en los que estaban recién plantados. Así que no sé qué hacer. La opción de vender es una, pero ¿quién quiere esto ahora?", explica. Tiene dudas de que las ayudas públicas anunciadas por el Gobierno del Principado lleguen en tiempo y forma: "No sé, todo eso es una tramitación larga y tardará".

Su firma Piccolo Rancho solo compra fincas rústicas, nada de suelo urbano, y una vez adquiridas se escrituran ante notario. Así lleva 42 años. Solo en Galicia, principalmente en Ourense, donde también ha sufrido el azote de los incendios, aunque no de forma tan devastadora como esta última vez en Asturias, tiene más de 5.000 hectáreas en propiedad. Barros compra pequeños a propietarios para luego reunir las fincas y darles utilidad: "Las que son de cultivo, se alquilan a jóvenes o quien las necesite. Otras a empresas madereras, también plantamos flora autóctona".

Terreno calcinado en Allande de Aladino Barros

Terreno calcinado en Allande de Aladino Barros / A. B.

"Yo logré hacerme con la más grande de Galicia"

No le resulta fácil reunir terreno dado el minifundismo habitual, más en Galicia que en Asturias, donde también lo hay, si bien en la región los principales problemas son de lindes. Pelea hasta la última hectárea con quien haga falta y va hasta donde sea necesario. Para demostrarlo le gusta contar la anécdota de su viaje a Buenos Aires años atrás para negociar la compra de una dieciseisava parte de un terreno: era una hectárea con una cuadra de cabras de 28 metros cuadrados. "Estaba dividido en seis parcelas. Pero tuve que ir. Si no te haces con el cien por cien, no se puede escriturar un terreno. Yo logré hacerme con la más grande de Galicia, de 1.202 hectáreas. Por toda Europa he viajado para firmar compras, hay mucho emigrante asturiano y gallego", explica el empresario.

Considera que en ambas comunidades vecinas está mal organizada la gestión del territorio, tanto el suelo para cultivos como el de monte bajo o bosques madereros. Lo lamenta, "porque con una buena organización se atraería gente joven al campo, pero ahora no hay incentivos para ellos, no se hace atractivo el medio rural. Debe ser rentable para que la gente apueste por esto".

Reseña que en Galicia puede que se cuiden "un poco más" los montes que en Asturias. "Y eso que los pastos del Principado son más nutritivos que los gallegos, tienen más caliza y eso es mejor para los animales. Así se lo decía a los dueños del restaurante La Allandesa este domingo cuando fui de visita, que la leche de ahí es mejor por tener más nutrientes", reseña Aladino Barros. "Me consuela que el fuego libró un trozo que planté hace poco de robles, junto al arroyo Nisón. No los tocó, pero lo que se libró fue muy poco. Una pena".

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