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El terrateniente de los 5.000 pianos

El músico y empresario Aladino Barros, en su tienda Alba Solomúsica. GUSTAVO SANTOS

El pontevedrés Aladino Barros es el mayor propietario de tierras de Galicia: su finca El Paraje del Marqués tiene 1.202 hectáreas y tardó en juntar sus parcelas más de 30 años

Opina una tradición de Oriente que nuestra carne es parte de la tierra y nuestra sangre es parte del agua del mar. Nuestro espíritu habita un tiempo esta reencarnación. Nuestros padres nos han legado la mucha o poca salud e inteligencia; de modo que nada de nosotros nos pertenece del todo en realidad, salvo quizás las experiencias que sumamos. Y hay seres que suman varias vidas en una.

La de Aladino Barros empezó de modo tan singular como siguió. Su madre volvía de la feria de Soutelo y al llegar a su aldea de Carballás, en Cerdedo, decidió que daría un poco de hierba a los animales. Al levantar el haz sintió que ya no le daba tiempo “y echó los manojos al suelo y allí, en aquel mismo sitio, sobre la hierba, nací yo”, explica este pontevedrés que heredó de ella su carácter fuerte e inteligente.

“Ella solo fue una semana a la escuela”, recuerda su hijo, “y solo con esos días le bastó porque hacía las cuentas mejor que mi padre, que era Bachiller”. También le legó “la buena memoria” y un carácter emprendedor que hizo que son solo 12 años Aladino Barros ya progresase en su primer negocio: acompañado de su primo vendía por las puertas láminas que enmarcaba.

A los 6 años (advertidos están de que las singularidades no acaban) lo había retratado el gran fotógrafo Virxilio Viéitez, en una imagen para enviar a su padre emigrado, al que conoció con 9 años.

Fue también en la infancia que aprendió a tocar el acordeón y vivió con los Poceiro, que entonces tenían una orquesta famosa, casi 5 años. Su carrera musical continuó en los Gales de España, en aquel momento uno de los conjuntos más afamados de Galicia, y en diciembre de 1974 puso en marcha el que sería su primer gran proyecto empresarial, Alba Solomúsica.

Aladino Barros toca varios instrumentos y fue músico profesional. GUSTAVO SANTOS

“He vendido más de 5.000 pianos”, cuenta orgulloso este profesional que siempre compatibilizó la música con los negocios. Ha viajado por todo el mundo, fundó Alianza y Barros y modernizó los servicios fúnebres en toda Galicia, hasta contar con 35.000 familias aseguradas en las cuatro provincias.

El 1 de abril de 1981 ya disponía de suficiente capital y se compró sus primeros terrenos, ubicados en Ortigueira. Con ellos adquirió uno de los pocos molinos de marea del país; pero sería 6 años después cuando vio por primera vez la que ha bautizado como El Paraje del Marqués, en Vilalba.

“Me gusta mucho la naturaleza, los animales, y siempre pienso que la tierra es un buen valor”, explica el empresario, que dedicó los siguientes 30 años a reunir pacientemente las distintas parcelas hasta completar su bellísimo latifundio, el mayor de Galicia.

Se extiende a lo largo de 1.202 hectáreas, una impresionante finca de más de 51 kilómetros de perímetro vallado dentro del que se cría ganado. En breve sumará una explotación cinegética, ya que “también es muy buena para la caza”, explica su propietario.

Actualmente la tiene alquilada “y está dedicada a ganado vacuno de carne y también a ganado equino”, detalla sobre esta propiedad a la que, reconoce, “me encanta ir”.

Un afluente del Eume, que atraviesa la finca en un tramo de más de 3 kilómetros, y varios regatos que desembocan en el río Magdalena convierten al Paraje del Marqués en “un vergel que tiene muchas frondosas como castaños, abedules, carballos, acebos etc”. Incluye “zonas llanas y de montaña, con gran cantidad de animales, también especies de caza como corzos”, señala su orgulloso propietario.

El músico y empresario Aladino Barros, en su tienda Alba Solomúsica. GUSTAVO SANTOS

Conseguirla no le resultó precisamente fácil. “Viajé a Cuba, a Argentina, a Venezuela, a Suiza, Holanda, Inglaterra, Italia....” Aladino Barros no para de citar países a los que se trasladó para entrevistarse con los herederos de miles de propiedades.

Para reunir la extensión con la que cuenta actualmente El Paraje del Marqués necesitó más de 12.000 firmas de antiguos propietarios y se formalizaron más de 4.000 escrituras, entre documentos públicos y privados.

Estas gestiones por todo el mundo, sumadas a una especial cordialidad y mano para la negociación (reconoce que más de una vez “a otra gente no le querían vender y fui yo y aceptaron”) han convertido a Aladino Barros en uno de los mayores propietarios de tierras de España.

Tiene más de 5.000 hectáreas en Galicia y cerca de 3.000 en Asturias

En la actualidad su familia es propietaria de más de 5.000 hectáreas en las cuatro provincias gallegas, en especial en Lugo y A Coruña, pero en general es raro mencionarle, ya no un municipio, sino una parroquia a Aladino Barros y que no recuerde haber comprado un terreno en ella en los últimos 40 años: viñedos en la Ribeira Sacra, parcelas en O Incio donde se cosechan exquisitas mieles ecológicas, terrenos de cultivo en el Deza...

A sus propiedades en Galicia suma cerca de 3.000 hectáreas en Asturias este empresario que habrá heredado talento y actitud, pero apenas dinero. “No tenía nada, yo no heredé nada”, explica, “fui poco a poco, siempre con créditos, siempre empeñándome, siempre progresando”.

¿Cómo se consigue? Aladino Barros apunta para empezar a que “nunca tuve unas vacaciones, salvo una vez 15 días en los que no dejaron de molestarme, hasta de noche, y otra cuando mi hijo se casó en República Dominicana”. Ha viajado “por cientos de países, como China, Japón o Estados Unidos, pero siempre para trabajar. Creo que nací para eso”. Quedaría contarles que ha dirigido a cientos de trabajadores y que lideró otros proyectos... En fin, lo dicho: varias vidas en una.

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