La Xunta busca captar y retener talento con una carrera de investigación que no solo garantice estabilidad a los profesionales que dependen de la Administración autonómica sino también que sea atractiva económicamente. Con el nuevo decreto que regula el Estatuto del Personal Investigador se fijan unas retribuciones uniformes para los 500 científicos y técnicos de investigación que trabajan en las entidades y organismos dependientes del Gobierno gallego. De esta manera, un investigador establecido (R3) cobrará desde el principio 48.880 euros anuales. Pero esta cuantía podrá incrementarse si supera las evaluaciones a las que será sometido cada lustro. Por cada aprobado sus retribuciones anuales aumentarán en otros 5.000 euros hasta un máximo de 30.000 euros adicionales. Es decir, podría llegar a cobrar hasta 78.880 euros.
Y si se trata de un investigador sénior (R4) –aquel que es líder en su área o campo de investigación y cuenta con reputación internacional– el sueldo parte de 56.876 euros anuales a los que podrá sumar 6.000 euros más tras cada evaluación positiva de su actividad hasta alcanzar los 80.876 al final de su carrera.
A estas cuantías hay que añadir los trienios que ascenderán a 464,10 euros para todo el personal, incluidos los técnicos de investigación.
No se acaban aquí los pluses. El nuevo decreto que regula el personal investigador de la Xunta prevé también un complemento extraordinario, que, en este caso, no será consolidable sino que será un pago único, que se abonará en dos supuestos. Por un lado, se premiará la captación de recursos en convocatorias competitivas cediendo al investigador un porcentaje de esa financiación obtenida. Se liquidará una sola vez, en el primer año de vigencia del proyecto para el que ha conseguido los fondos.
También se pagará el complemento extraordinario para cubrir las diferencias retributivas en caso de que el programa que financie el contrato fije sueldos superiores a los contemplados en el decreto.
Estabilidad
La Xunta aclara que se fijan las cuantías retributivas solo para las modalidades de investigador establecido y sénior, ya que los contratos de los predoctorales y los postdoctorales ya se encuentran regulados por la normativa estatal.
Los investigadores lograrán la estabilidad tras superar un concurso de méritos que los convertirá en personal laboral fijo. Pero cada cinco años pasarán por una evaluación de su trabajo. Si no superan el primer examen sus contratos podrán ser extinguidos. Pero si aprueban, ya no podrán echarlos y además empezarán a cobrar el complemento de excelencia, que será de 5.000 euros anuales para los científicos establecidos y de 6.000 euros para los séniors. Se reconocen un total de seis tramos de excelencia para los R3 cada vez que se supera el examen quinquenal y cuatro tramos para los R4.
Según el modelo de carrera profesional que establece la Xunta, después de pasar por la fase pre y postdoctoral un profesional se convierte en investigador establecido en torno a los 33 años. A los 38 afrontarán su primera evaluación. Y a los 48 podrán ascender a la categoría sénior.
El decreto de la Xunta regula también a los técnicos de investigación. Un técnico superior empezará cobrando 42.120 euros, a los que podrá sumar 4.000 euros más por el complemento de excelencia. Un técnico sénior ganará 48.880 euros y optará a pluses por superar la evaluación de 5.000 euros anuales.
“El nuevo marco proporciona estabilidad laboral y una senda de desarrollo profesional, además mejora y homogeneiza las condiciones del desempeño de actividad, además de facilitar e impulsar la actividad investigadora en Galicia”, explica Economía.
