Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Garzón y el interventor ocultaron la llamada telefónica que hicieron justo antes del accidente del tren

Marugán negó a la Policía en dos ocasiones la existencia de esa conversación hasta que se descubrió en los registros de los móviles

Declaración de uno de los policías en el juicio del Alvia. XOÁN ÁLVAREZ

Una de las causas del descarrilamiento del Alvia es la conversación telefónica de 100 segundos que momentos antes habían mantenido el maquinista, Francisco Garzón, y el interventor del tren, Antonio Martín Marugán, que fue quien realizó la llamada. Esa charla, como reconoció el propio Garzón, le hizo perder la “conciencia situacional”, lo que le impidió frenar a tiempo al pensar que aún estaba en el túnel anterior.

Pero a pesar de resultar clave, tanto el maquinista como el interventor ocultaron a los investigadores la existencia de esa llamada justo antes del accidente. Martín Marugán incluso lo negó en dos ocasiones a preguntas específicas de los policías de si había mantenido algún contacto con el conductor del tren. La verdad se supo a la semana, cuando se conocieron los resultados de los registros telefónicos.

Este relato lo contó este martes en el juicio –en la cuarta jornada– el secretario del atestado instruido por la Policía Nacional, poniendo de esta forma el foco en el interventor del tren, que precisamente comparece mañana, porque mientras el maquinista no comunicó en un primer momento que se había producido esa llamada –además se acogió al derecho a no declarar–, Martín Marugán negó su existencia y reincidió en ello. “Le preguntamos dos veces y dijo las dos veces que no se había comunicado con el maquinista, salvo una pequeña llamada en Ourense”, declaró el policía.

Nadie les informó de la llamada del interventor al maquinista

Declaran los nueve policías que acudieron tras el accidente de Angrois Agencia ATLAS / Foto: EP

El agente aseguró, a preguntas del fiscal Mario Piñeiro, que en esos primeros momentos intentaban “valorar” si pudo haber algún tipo de “distracción” por parte del maquinista, pero que no conocieron la existencia de la llamada hasta el 31 de julio, cuando concluyó el registro telefónico. Hasta entonces, ni el maquinista, ni el interventor ni el vigilante de seguridad hicieron mención alguna a esa conversación de 100 segundos antes del accidente.

“No nos dieron información, lo descubrimos cuando indagamos”, sostuvo el secretario del atestado.

Antes de esa fecha, el 31 de julio, Martín Marugán negó una primera vez que llamara por teléfono a Garzón y lo volvió a hacer a los pocos días cuando la policía le inquirió de nuevo por el mismo tema.

Y el vigilante de Renfe –que también declara este miércoles– que viajaba al lado del interventor, les dijo que no iba a contestar a la pregunta sobre la llamada hasta que hablara con sus superiores. Cuando se descubre la existencia de la conversación telefónica todos ellos fueron citados a declarar de nuevo, pero ya en sede judicial.

En la cuarta jornada intervinieron nueve policías, pues el instructor del atestado ha fallecido. Entre los que comparecieron estaba el comisario de la Policía Judicial de A Coruña, que estaba al cargo del dispositivo de seguridad en Santiago con motivo el Día de Galicia. Él fue el primer mando en llegar al lugar del accidente y también fue de los primeros en asistir al maquinista, hasta el momento, una hora más tarde, en que lo trasladan al hospital para ser atendido. Para evitar que fuera identificado u objeto de una eventual agresión, lo llevaron en un coche policial camuflado, con el consentimiento del personal sanitario, y en el hospital también, por el mismo motivo, permaneció custodiado.

Ambiente tenso

Ya a primera hora de la mañana del 25 de julio, al comisario se le encarga la tarea de comunicar los fallecimientos a los familiares, reunidos en el Multiusos Fonte do Sar. Allí se encuentra que están todos “muy enfadados” porque eran las “ocho o las nueve de la mañana” y no tenían ninguna información.

“Era un ambiente tenso”, contó, por lo que los psicólogos le piden ayuda a la Policía y el comisario, para aplacar los ánimos y explicar a los familiares todo el procedimiento que se sigue hasta que el juez decreta la identificación del cadáver. “Logramos calmar un poco a todo el mundo”, aseguró.

Compartir el artículo

stats