Si aceptamos que Twitter es un reflejo de las inquietudes e intenciones de sus usuarios, de los cuatro presidentes provinciales del PPdeG, el coruñés Diego Calvo es el más proactivo en ayudar a la proyección de Alberto Núñez Feijóo como sucesor de Pablo Casado y el más interesado en exhibir un perfil general, y no solo circunscrito a su ámbito de actuación por el cargo que desempeña y la provincia en el que lo desarrolla. Sobre todo, desde que el todavía presidente de la Xunta anunció que hace las maletas y se va a Madrid, dejando vacantes la jefatura del Gobierno autonómico y del PP gallego.
En un momento de máxima incertidumbre en las filas populares por el mutismo de Feijóo en torno a cómo resolverá su sucesión, Diego Calvo, con 6.971 seguidores, ha duplicado su presencia en la red social Twitter (más de 260 mensajes desde el 2 de marzo y hasta el 22 de marzo, día que Feijóo anunció en Santiago su marcha, frente a los 115 que lanzó entre el uno de marzo y el dos de febrero).
Sus tuits, sobre todo muchos retuits, duplican a los de Alfonso Rueda (72 mensajes), vicepresidente de la Xunta, Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense (65), y Elena Candia, diputada y presidenta del PP en la provincia de Lugo (35). Dos veces más que sus homólogos juntos , y tres veces más desde que se oficializó que el PPdeG abría una nueva etapa y busca presidente con opciones de pluriempleo (Xunta y partido).
Un ejemplo, un día después de que Feijóo confirmara su plan de suceder a Pablo Casado, Calvo compartió catorce tuits con mensajes varios del mitin de su jefe de filas. Alfonso Rueda, uno. Baltar, dos, y Candia, uno. El político coruñés, como fan de Feijóo, gana por goleada a sus compañeros a golpe de tuit.
Si convenimos también que Twitter es la red social en la que los políticos trazan su perfil ante los electores y desvelan sus intenciones, nos encontramos de nuevo que Diego Calvo últimamente abre el abanico de sus temas de interés. Pareciera que no quiere presentarse como un diputado solo coruñés. Ya no comparte tuits únicamente de su labor como diputado o presidente provincial del PP o de algunas de las conselleiras de A Coruña, como Ethel Vázquez o Ángeles Vázquez, también se posiciona con sus mensajes y retuits sobre la guerra de Ucrania, la crisis económica, la huelga del transporte, las medidas de la Xunta para combatir el alza de precios, la manifestación del rural en Madrid, ...
Sus homólogos en el PPdeG tienen un campo de actuación más corto en las redes sociales. Publicitan su trabajo en la Vicepresidencia o en el Parlamento o en la Diputación, o en el partido y poco más. Antes y ahora. Alfonso Rueda, con 5.966 seguidores en Twitter, promociona su área de gobierno, comparte tuits de su presidente, lanza dardos contra el PSOE de Vigo y en casi dos meses no retuitea ningún mensaje de sus compañeros de Gabinete.
El proceder de Manuel Baltar, con 5.964 menajes, es semejante. Muchos mensajes sobre su responsabilidad en la Diputación y en el PP de Ourense, tuits para evidenciar su “orgullo” porque un ourensano tome las riendas de la organización a nivel nacional y hasta un retuit de un vídeo de Casado felicitándole por sus diez años al frente del ente provincial.
Elena Candia, con 2.266 seguidores y la menos activa en la red social, sigue la estela de Rueda y Baltar. Ha hecho de Twitter una plataforma para promocionar su acción política, pero poco se sabe de su parecer sobre políticas que trascienden Lugo.
