El Ministerio de Educación pretende dar un vuelco a la carrera docente. En este proceso la Xunta le ha pedido que se definan cuáles deben ser las competencias básicas que deben acreditar los profesores para dar clases. La incorporación de nuevas tecnologías, los idiomas, el cambio en los métodos de aprendizaje obligan a hacer una revisión de la formación de los docentes. En una reunión mantenida ayer en Santiago entre el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y la ministra del ramo, Pilar Alegría, acordaron abrir el debate para identificar las competencias y habilidades básicas y necesarias que deberá adquirir todo profesor tanto en su formación inicial como a lo largo de su carrera.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de convertir la profesión en “una carrera atractiva” para que los mejores candidatos deseen ejercerla. “Se fortalecerá así la imagen social del profesorado y se incentivará la vocación y el compromiso”, apuntaron desde la Consellería de Educación. La Xunta señala que para conseguirlo tiene que determinarse a nivel estatal el perfil de competencias que debe acreditar el profesorado. Estas habilidades deben requerirse tanto en la formación inicial de los futuros profesionales en las facultades, como en el acceso a la docencia y en la formación continua del profesorado.
Para ello, la Xunta ofreció al Gobierno como base del trabajo el estudio que realizó en 2018 que establece un Marco de Competencias Profesionales Docentes en Galicia.
Selectividad
Pero la carrera docente no fue el único asunto que abordaron ayer Román Rodríguez y Pilar Alegría. Ambas administraciones coincidieron también en la necesidad de acometer reformas en las pruebas de acceso a la universidad. En este momento, el Ministerio está impulsando una reforma de la ABAU para adaptarla a la nueva ley educativa con el objetivo de establecer una prueba más competencial, en la línea del informe PISA. El conselleiro de Educación señaló que Galicia apuesta por una prueba con “parámetros similares para todo el territorio español”.
Según explicó Román Rodríguez, hasta ahora cada comunidad fija unos “estándares de dificultad” que permiten “atenuar o endurecer” las pruebas según cada materia, “lo que genera grandes desigualdades en los resultados y penaliza a aquellas comunidades que requieren más esfuerzo del alumnado”.
Además, el conselleiro de Educación también aprovechó para solicitarle a la ministra la “apertura de puentes” entre la Universidad y la Formación Profesional. Para ello demandó que se establezca un procedimiento para que se “reconozcan superados determinados módulos profesionales de ciclos de FP a los titulados de las universidades”. En estos momentos solo existe el proceso inverso. La consellería recordó que la Xunta acaba de renovar el convenio con las universidades para que el alumnado que haya superado ciclos de grado superior y decida continuar estudios universitarios pueda solicitar que se le reconozcan “ciertos créditos” en un total de 188 grados y 4 dobles grados.
Cinco profesores, entre los mejores de España
La ministra de Educación, Pilar Alegría, y el conselleiro Román Rodríguez participaron ayer junto al presidente de Afundación, Miguel Ángel Escotet, en el acto de entrega del premio Educa Abanca Mejor Docente de España, que recayó en el profesor universitario, Alexandre Sotelino, natural de Ourense y que da clase en la Facultad de Ciencias de la Educación en la USC. También quedaron finalistas los gallegos Carmen Quinteiro (CEIP A Xunqueira ne Pontevedra), Jéssica Rodríguez (CEIP Doutor Suárez en Fornelos de Montes), Carlos Encisa de Sá (IES Antonio Fraguas de Santiago) y Patricia García (Centro de Estudos de Trazos, Redondela). |
