Galicia cuenta ya con una batería de medidas para desatascar la atención a la dependencia, que permitirá reducir “sustancialmente” la lista de espera. La iniciativa con mayor impacto beneficiará a lo largo de este año a un total de 5.000 dependientes gallegos que, pese a tener derecho a una prestación, aguardan por una ayuda a domicilio o bien a que quede libre una plaza en una residencia o un centro de día. La Consellería de Política Social les enviará una carta a cada uno de ellos para ofrecerles, mientras esperan, el cobro de una paga económica vinculada a la adquisición de un servicio o para costear un cuidador en el entorno familiar.
Ésta es una de las medidas planteadas por la Xunta dentro del plan de choque de atención a la dependencia impulsado por el Gobierno central y que supondrá para la comunidad autónoma una inyección extra de fondos este año de 45 millones de euros.
El principal cuello de botella en la atención a la dependencia está en la reducida oferta de plazas en residencias así como en las dificultades para ampliar la ayuda a domicilio debido a que este servicio está infrafinanciado y los concellos tienen problemas para contratarlo. La pandemia paralizó además el pasado año muchos expedientes y agravó las listas de espera.
Galicia tiene ahora mismo algo más de 4.000 dependientes sin atender pese a tener reconocido ya el derecho a una prestación. Pero a estos hay que sumar las solicitudes que aún están pendientes de ser valoradas.
Política Social avanza que reforzará el personal dedicado a evaluar a los dependientes y el encargado de labores administrativas para agilizar el reconocimiento de los grados y la asignación de los recursos necesarios para atender a esta población. De esta manera, estiman que este año podrán resolver 7.500 nuevas solicitudes y agilizar la tramitación de 5.000 dependientes que han pedido una revisión de su expediente, bien por estar disconformes con la ayuda o por agravamiento de su estado.