El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, está preparado para dar el salto a la Moncloa. “Sean cuando sean las elecciones. Lo tenemos todo listo”, advirtió. Y para ello cuenta con Alberto Núñez Feijóo que, según dijo, “siempre lo ayudó sin pedir nada a cambio”. De hecho, el líder nacional del PP reivindicó que en Galicia se hace “política de aldea” que consiste en “mirar a cada vecino a los ojos”. “Y vuestra forma de hacer política y la de Feijóo es la que hace falta en España”, proclamó.

Sobre todo ahora en un momento en el que Pablo Casado ve que con Sánchez ya no merece “ni que se pierda el tiempo hablando de él”. De hecho, a pesar de que todo su discurso fue para desacreditar las políticas del Gobierno y ofrecer alternativas, pocas veces nombró al presidente del Ejecutivo. “Todos lo han visto ya, ya no puede pisar la calle, ni los suyos lo respetan”, aseguró. Por eso está convencido de que con un partido “fuerte y unido” los populares serán “imbatibles”

Casado mostró su compromiso con Galicia, a la que puso de ejemplo de “buena gestión”. Así, reivindicó que esta comunidad fue el “origen” del partido que ahora preside.”En Galicia se alumbró un partido democrático que quería representar con puerta ancha a todos esos españoles, conservadores, humanistas cristianos, liberales que querían tener una alternativa de futuro, progreso y defensa de la libertad”, describió.

Los conselleiros del Gobierno de Feijóo Xoán Álvarez

Por eso, valoró el papel de Feijóo y su “sentidiño”. El jefe del filas del PP nacional elogió “el inconformismo” y la “ambición” del dirigente de los populares de Galicia, pero también que “anteponga los intereses de los gallegos” incluso por encima de su propio partido.

Pero además Casado dejó claro que no es ajeno a los problemas de Galicia. “Estoy comprometido con la situación de la pesca, con las mariscadoras, con la Galicia industrial...”. Muestra de este apego es que el PP abrirá su convención nacional el 2 de octubre en Galicia.

Instituciones

En clave nacional, el líder de los populares negó que su partido esté bloqueando la renovación de las instituciones del Estado y se mostró dispuesto a sentarse a negociar si el Gobierno “deja de politizarlas y de atacarlas”. También propuso crear una autoridad independiente para gestionar los fondos europeos, invitó a Pedro Sánchez a pactar una ley de pandemias y a reformar la Ley Celaá.

En sus ataques al Gobierno fue mucho más feroz el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que también tomó la palabra en el congreso del PPdeG. “Pedro Sánchez no remodeló el Gobierno. Eso fue la matanza de San Valentín. No se ahorró ni un litro de sangre política”, arremetió.

Por el contrario, Almeida se sumó a la cascada de elogios hacia Feijóo: “Nos señalas el camino a seguir en el PP”.