La conciencia medioambiental está modificando hábitos de consumo y normas para primar una menor huella ecológica de la actividad humana. Si en cuestión alimentaria, las administraciones tratan de promocionar los productos de cercanía (Kilómetro 0) y el mundo de la moda potencia las prendas con algodón orgánico, la madera no podía ser ajena. La Xunta quiere impulsar el valor añadido del sector mediante la puesta en marcha de un código QR que permitirá no solo garantizar la trazabilidad de la madera que sale del monte gallego, sino incluso su potencial ecológico, como el grado de contaminación generado o incluso las parcelas de las que han surgido.
Este es uno de los puntos clave del contrato licitado por la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia por 1,7 millones de euros. Su objetivo es “dar soporte y desarrollar nuevas funcionalidades al conjunto de aplicaciones informáticas” de la Consellería de Medio Rural. Uno de los aspectos destacados es garantizar la trazabilidad de los productos madereros.
Se pondrá en marcha “un sistema de trazabilidad e información al consumidor del origen y huella de carbono de los productos que va a comprar, como una silla, una mesa, una tarima...”, exponen desde la Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal. “Se trata de una aplicación para el uso voluntario y gratuito de las empresas gallegas que elaboren productos de madera y con su uso la empresa podría añadir un código QR que, después de ser escaneado, le diría a un cliente o consumidor de qué parcelas de monte salió la madera que se usó para la fabricación del producto, la huella de carbono...”, añaden desde ese departamento de la Consellería de Medio Rural.
Esta iniciativa “surge como respuesta a la “súper demanda de productos de madera y basados en madera, el auge de políticas de proximidad (Kilómetro 0), movilización de recursos endógenos, descarbonización (huella de carbono negativa y deforestación 0) y de legalidad de la madera (transparencia y credibilidad”, apunta el contrato, que reconoce que se trata de “una pieza en una estrategia de valorización de los productos gallegos basados en la madera” con los que situarlos en “posición de ventaja” en los mercados incrementando la competitividad de un sector que el año pasado generó solo en talas 222 millones de euros, sin resentirse por la crisis causada por la panemia. El 70% de esa cifra correspondió a eucaliptos, sobre los que Medio Rural ha aplicado una moratoria en lo relativo a nuevas plantaciones.
El resto de objetivos de la consellería con este contrato buscan mejorar aplicaciones que ya funcionan en la actualidad. Incluye cinco lotes más en el contrato, relativos a sistemas de gestión económica, de la sanidad forestal y de la ordenación forestal, así como dos plataformas: una relativa a inteligencia de negocio y observatorio forestal y otro de gestión del inventario forestal.
Medio Rural quiere mejorar el sistema de detección y seguimiento de daños en los bosques para detectar plagas y tramitar de forma totalmente electrónica las pujas de madera en montes de gestión pública.
