Las trabajadoras del hogar pueden mantener su actividad a pesar de la paralización económica decretada por el Gobierno a partir de esta semana. Son consideradas servicio esensencial, aunque a veces no está claro cómo ni en qué condiciones deben desempeñar su puesto.
Claudia, que llegó a Galicia hace 33 años procedente de Perú, explica la "preocupación" que hay entre sus compañeras de trabajo. "¿Qué pasa si voy al supermercado, cojo el virus y luego lo contagio en la casa?", se preguntan. Además, si se ponen enfermas, debido a su baja base de cotización cobrarían "muy poquito", según explica.
En todo caso, recuerda que lo peor son aquellas compañeras del servicio doméstico que no tienen contrato y que saben que en cualquier momento les pueden dejar de pagar o las echan a la calle.
Según explican desde UGT, hay un problema añadido en el caso de las empleadas del hogar que están internas, es decir, que residen en la casa para la que trabajan. "No solo se quedan solo sin ingresos sino también sin sitio donde dormir", advierte el secretario xeral de este sindicato en Galicia, José Antonio Gómez.
Claudia es interna pero los fines de semana regresa a su hogar con su familia. Eso sí, cada vez que vuelve a la casa en la que trabaja debe ducharse y cambiarse de ropa en un vestidor que tiene a la entrada. Y repite la operación cada vez que se marcha.
