Buscadores de información en internet, drones, reconocedores faciales, robots de limpieza doméstico... Las "tecnologías inteligentes", como las denomina Senén Barro, director científico del CITIUS (Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías Intelixentes), de la USC, ya están aquí, pero sus efectos se notarán más y de forma más acelerada en los próximos años. En los puestos de trabajo también. Citando informes como el del Fondo Monetario Mundial, Barro expuso que, dentro de tan solo dos años, en 2022, el trabajo realizado por máquinas podría superar el 40% del total. En la práctica, están en riesgo 75 millones de empleos, aunque, por otro lado, podrían crearse unos 110 millones si se aprovechan las potencialidades de esta economía digital. La cuestión es cómo hacerlo.

Así lo planteó esta mañana en Santiago en el primer documento que firma, junto a Lasse Rouhiainen, como integrante del Foro Económico de Galicia, que arranca una nueva línea de publicaciones en la que, como explicó su director, Santiago Lago, ahondan sobre uno de los tres retos más perentorios a los que, a su juicio, se enfrenta Galicia, además del demográfico y del tema de la movilización de tierras: la digitalización.

Barro expuso que la mayor parte de los empleos que pueden generarse para compensar a los que se quedarán en el camino tiene que ver con la economía digital, pero incidió en que muchas veces estos puestos no se pueden cubrir por falta de personal formado, una carencia que también han reiterado desde el sector en Galicia. En esa medida, instó a actuar en la educación.

Pero también las empresas tienen que hacer los deberes y preparar a sus directivos no solo para incorporar estas tecnologías inteligentes en su organización, que sería necesario, pero no suficiente, sino también para invertir en capital humano y en su formación para que la incorporación de esas tecnologías sea rentable a largo plazo y para saber "integrar" estas tecnologías. Eso si quieren "sobresalir" además de "sobrevivir", advirtió.

Tareas de los gobiernos

Asimismo, los poderes públicos tienen sus tareas. No solo del lado de "orientar" o "estimular" esa innovación y su apuesta en la educación, sino que deberían "crear, o estar creando ya", apuntó Barro, el "necesario amparo económico para todas aquellas personas que se vean desahuciadas" del sistema laboral, en muchos casos porque simplemente no tendrán la capacidad de "reengancharse". "Porque esto va muy rápido", incidió.

Al respecto, Santiago Lago indicó que el actual Gobierno estatal está "considerando" ese factor. No obstante, recuerda que ese tipo de políticas, en la que ve a España deficitaria, en los puestos de cola, como ocurre también, apuntó, en I+D o en políticas de familia, eso tiene un coste y habría que analizar a la par de dónde provendrían los ingresos. Preguntado sobre la posibilidad de poner impuestos a los robots, indicó que el Foro Económico prepara un debate sobre ese aspecto de la innovación tecnológica.

Lago también quiso destacar que Galicia afronta con ventajas e inconvenientes el desafío tecnológico. Entre las primeras, citó el hecho de que en un mundo virtual no importan tanto las distancias físicas, y, entre los segundos, el pequeño tamaño de las empresas. Asimismo, mostró su preocupación por el comportamiento de los indicadores de innovación en Galicia e instó a crear un grupo de trabajo para analizar el por qué y buscarle remedio.