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A votar con deberes pendientes

Al menos ocho leyes se quedan en el cajón. La Lei de Impulso Demográfico y la de Mobilidade de Terras, dos de los proyectos estrella de Feijóo, tendrán que esperar

Público invitado asiste a una sesión del Parlamento autonómico. // Xoán Álvarez

Hasta que el lehendakari vasco decidió adelantar las elecciones, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, siempre se mostró partidario de agotar la legislatura con el argumento de que en Galicia había estabilidad política y tenían por delante una intensa agenda política con algunas de las leyes más importantes de su mandato pendientes aún de aprobación. Si de algo hizo bandera el jefe del Ejecutivo gallego fue de su compromiso para frenar la crisis demográfica y de su apuesta por el rural. De ahí que el Gobierno autonómico impulsara una Lei de Impulso Demográfico y una Lei de Mobilidade de Terras Agrarias que, sin embargo, se quedarán ahora en el cajón por la anticipación de los comicios. Pero no serán las únicas: al menos otros seis proyectos legislativos bastante encarrilados interrumpen su tramitación.

A finales de enero la Xunta aprobó el anteproyecto de Lei de Impulso Demográfico, una de las medidas estrella de la legislatura que Feijóo asumió con especial cariño. Esta norma tendría que iniciar ahora su tramitación en el Parlamento, pero la disolución de la Cámara lo hará imposible. A pesar de ello, algunas de las medidas contempladas en esta norma ya han entrado en vigor como la gratuidad en las guarderías para el segundo hijo o sucesivos o la ampliación de la Tarxeta Benvida. Otras iniciativas, como obligar a que haya cambiadores de bebés en los baños de hombres o dar más flexibilidad a los empleados públicos para conciliar, quedan sin aplicar.

La lucha contra el abandono del rural, el otro gran empeño de Feijóo, tampoco se materializará esta legislatura. Eso sí, la Lei de Mobilidade de Terras, se encuentra menos avanzada que la de Impulso Demográfico. La Xunta tenía pendiente aprobar el anteproyecto de esta norma, que incluye importantes medidas para reactivar el rural como la creación de polígonos forestales o el impulso a las agrupaciones de gestión conjunta de la tierra. Este proyecto recogía muchas de las conclusiones del dictamen elaborado por la comisión parlamentaria de estudio y análisis de incendios forestales creada tras la ola de fuegos que azotó Galicia en octubre de 2017.

Otra de las preocupaciones que marcaron esta legislatura ha sido el impacto que está teniendo la proliferación del juego online y las casas de apuestas. La Xunta prepara una Lei do Xogo más restrictiva Lei do Xogo que, sin embargo, ya no verá la luz en este periodo legislativo.

La Lei de Ordenación do Territorio, un texto que pretende simplificar la tramitación administrativa de los proyectos de ordenación urbanística, sufrirá una nueva dilación. Esta norma ya llevaba tiempo en cartera, esperando a sustituir a la ley de 1995 impulsada por el entonces conselleiro Xosé Cuiña. Y, de nuevo, vuelve a quedar en el cajón de asuntos pendientes.

El anticipo electoral en Galicia deja además en suspenso la tramitación parlamentaria de la Lei de ResiduosLei de Residuos, que obliga a los restaurantes a ofrecer los restos de comida sobrantes a los comensales en tápers. Esta norma también prohíbe la comercialización de plásticos de un solo uso, pero estas obligaciones se postergan ahora en espera de un nuevo Gobierno en la Xunta.

El impasse afecta también a la Lei de Museos, la de Pesca Continental o la Lei de Acción Exterior.

La denuncia por el IVA contra el Gobierno central

El adelanto electoral en Galicia se produce en el momento de mayor enfrentamiento entre la Xunta y el Gobierno central. La semana pasada, el Ejecutivo de Feijóo envió al Ministerio de Hacienda el requerimiento para que le pague 204 millones de euros correspondientes a la recaudación del IVA de diciembre de 2017. A partir de ese momento, se activó la cuenta atrás de un mes. En caso de no recibir el dinero, la Xunta denunciará en los tribunales al Gobierno, que adeuda 2.500 millones a las autonomías por esta cuestión.

Ese impago, más el retraso en la puesta en marcha del AVE entre Galicia y Madrid o la falta de concreción del apoyo estatal al Xacobeo 2021 han permitido a Feijóo enarbolar la bandera de la aldraxe, baza que explotará en la campaña.

Sin tiempo para el plan de mejora de la sanidad

Feijóo tiene un problema en la gestión sanitaria, a tenor de las protestas de diferentes colectivos esta legislativa, como profesionales de los PAC o de las urgencias hospitalarias en huelga, las Enfermer@s en Loita contra la precariedad o las quejas ciudadanas contra el cierre del paritorio y el servicio de urgencias pediátricas en Verín, que motivaron la rectificación de la Xunta en un territorio -Ourense- que es el principal granero de votos del PP. La última muestra del malestar fue la multitudinaria manifestación del sábado.

El adelanto electoral en Galicia impedirá a la Xunta implantar el plan de mejora de atención primaria anunciado en los últimos meses.

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