Ante la falta de una ley del juego en Galicia, la Xunta se propone regular el sector poniendo coto a nuevas aperturas de casas de puestas, salones de juego y bingo. Y para ello prorrogará sine die las restricciones en vigor desde el pasado mes de julio hasta la entrada en vigor de la normativa sobre la planificación de este tipo de establecimiento en la comunidad. El veto impuesto entonces mediante un decreto y por un periodo de 9 meses fijaba un límite de 118 salones de juego y 41 casas de apuestas ante la preocupación social que genera este sector y el aumento de ellos casos de ludopatía.
Con el mantenimiento de este veto, ahora por ley, tal como se recoge en los presupuestos gallegos de 2020 en una disposición adicional, se da seguridad jurídica a la planificación del número de autorizaciones en el sector a la espera de la aprobación de la nueva ley del juego, sobre todo porque el próximo año hay elecciones y existe la posibilidad de que no dé tiempo a tramitarla.
La Xunta atribuye la necesidad de realizar una planificación que limite el número de este tipo de establecimientos de juego en la comunidad "ante el incremento considerable" detectado en los últimos años en las solicitudes de autorizaciones de salones de juego y de salas de apuestas, unido a la "preocupación social" y al "aumento de los problemas de adición a los juegos.
El balance de sanciones en materia de juego da cuenta de las irregularidades cometidas, desde bares que no tienes autorización para disponer de máquinas de apuestas o que no tienen la documentación en regla, hasta dejar jugar o aportar a menores. En total 120 multas en dos años a bares, salones o bingos, lo que supone una media de cinco cada mes.
En la actualidad, el anteproyecto de la ley reguladora del juego en Galicia está en tramitación. Para poner orden en el sector, el Consello de la Xunta aprobó en mayo de este año un decreto, que entró en vigor en julio, en el que se recogía que la planificación era de carácter provisional y transitorio por un periodo de 9 meses. Y en el caso de que antes de su vencimiento no entrase en vigor la nueva ley, se realizaría otra evaluación de la oferta del juego en Galicia. El Gobierno de Feijóo argumentaba con la aprobación en mayo de este decreto sobre las restricciones al sector que pretendía evitar que la nueva ley del juego se viese "frustrada" ante "posibles acciones especulativas" que causasen un "incremento excesivo de la oferta del juego con la producción de graves perjuicios" para los motivos de "interés general" que justifican la regulación del sector.
La Xunta ha decido ampliar también la limitación a los bingos, ya que el cierre del mercado en lo que afecta a salones de juego y casas de apuestas puede derivar el interés a favor de otros establecimientos como los bingos. Por ello, mantiene la limitación de estos últimos a un máximo de 12 hasta la entrada en virgo de la ley del juego.
La actual Lei do Xogo data de 1985. Con la nueva normativa pretende prohibir a las casas de apuestas regalar bonos de dinero o partidas gratis para captar clientes o concederles préstamos. También elevará las multas por permitir a los menores apostar y obligará a los dueños de cafeterías y bares a autorizar el funcionamiento de sus terminales de apuestas, de modo similar a las máquinas de venta de tabaco.
