Cada vez son más los ciudadanos gallegos que se acogen a las herencias en vida para transmitir los bienes a sus herederos. Las cifras provisionales de este año, facilitadas hoy por el Ilustre Colexio Notarial de Galicia, ascienden a 3.977 pactos sucesorios firmados entre enero y marzo, frente a los 3.940 registrados durante el mismo período del año anterior, casi un 1% más en un solo trimestre.

Se confirma así una tendencia que se iniciaba en 2016. Desde entonces, los pactos sucesorios de mejora y apartamiento, previstos en el Derecho Civil de Galicia, duplican los firmados en las notarías gallegas durante 2015 y años anteriores. En concreto, se celebraron 15.295 en 2016 y 16.436 en 2017 (un 7,4 por ciento más) frente a los 7.345 de 2015.

Causas

Este dato se debe, aseguran desde las notarías gallegas, a la reforma fiscal de la Xunta, que entró en vigor en enero de 2016 y que exime del pago de impuesto de sucesiones a las herencias de hasta 400.000 euros de padres a hijos, de abuelos a nietos o entre cónyuges, aunque ahora el Ministerio de Hacienda, en un planteamiento que cuestiona la Xunta, pretende homogeneizar el impuesto para paliar la brecha fiscal entre comunidades. Además, apuntan desde los notarios, en febrero de 2016 el Tribunal Supremo sentenció que los pactos sucesorios quedaban exentos de tributar en el IRPF como ganancia patrimonial.

La modalidad de la apartación o apartamento y la mejora están regulados en la Lei de Dereito Civil de Galicia. El primero permite adjudicar en vida bienes de la herencia a quien en el momento de celebrar el pacto pudiese tener la condición de heredero forzoso, a cambio de que este renuncie de forma irrevocable a tal condición. Por otro lado, el pacto de mejora permite adjudicarle bienes concretos a un descendiente.