El pasado mes de diciembre, cuando arreciaban las críticas por la aprobación en el Congreso del nuevo concierto económico de Euskadi, el lehendakari Iñigo Urkullu propuso usar el modelo vasco como una "referencia" para avanzar negociar la nueva financiación autonómica. Sin embargo, si se generalizara el llamado "cupo vasco" a todas las comunidades, Galicia saldría perdiendo: 1.387 millones de euros menos cada año. De hecho, sería la quinta comunidad más perjudicada si se extendiera este sistema.

El cálculo sale de un informe elaborado por el director de Fedea y autor de las balanzas fiscales, Ángel de la Fuente. Según este estudio, solo cuatro comunidades autónomas -Madrid, Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana- saldrían beneficiadas y además se ensancharía la brecha entre regiones ricas y pobres.

País Vasco y Navarra tiene un régimen económico distinto al resto de comunidades autónomas y así está recogido en la Constitución. Estas comunidades gestionan todo lo que recaudan y aportan una cantidad al Estado en función de su PIB.

Con este modelo, sin embargo, Fedea advierte que el Estado tendría "serias dificultades para ejercer con efectividad" competencias como la defensa, las relaciones exteriores, la coordinación de las políticas educativas y sanitarias y la promoción de la cohesión social y territorial. Y además desaparecería la solidaridad regional.

Pero también afectaría a la marcha de la economía española y a su imagen exterior. "Esta situación aumentaría significativamente la percepción de riesgo del Tesoro Público por parte de los mercados financieros, con el consiguiente aumento de la prima de riesgo de España", detalla el estudio.

Urkullu defendía que un modelo como el concierto económico vasco aumentaría la corresponsabilidad fiscal y podría servir como base para lograr una financiación autonómica más eficiente. Pero Fedea desmonta esta tesis. Argumenta que con el cupo vasco las comunidades tendrían "la atractiva posibilidad de gastar más sin subir impuestos a base de reducir sus aportaciones al Estado". Según advierte el autor del informe, Ángel de la Fuente, un concierto generalizado "alteraría dramáticamente el equilibrio de poder de las administraciones en detrimento del Estado".

Y, en concreto, Galicia sería de las comunidades más perjudicadas. Si con el modelo actual recibe 7.205 millones de euros si se generalizara el cupo vasco solo percibiría 5.818 millones de euros, es decir, un 20,1 por ciento menos.

Sería la quinta comunidad más afectada, solo por detrás de Canarias, que perdería el 83,7 por ciento de los fondos, Extremadura (-42,7 por ciento), La Rioja (-21,8 por ciento) y Castilla La Mancha (-21,8 por ciento).

Por el contrario, Madrid incrementaría su financiación en más de ocho mil millones (un 54,8 por ciento más). También saldrían ganando Baleares, con un aumento del 31,4 por ciento y 808 millones más de fondos, Cataluña obtendría 3.735 millones adicionales (lo que supondría una subida del 21,4 por ciento) y la Comunidad Valenciana sumaría 455 millones (un 4 por ciento más). Estas cuatro comunidades son las únicas que aportan más de lo que reciben al sistema de financiación, según los datos de las balanzas fiscales.