Las lluvias de la borrasca Ana aumentaron el caudal de los ríos gallegos, pero no lo suficiente. Por eso, la Oficina Técnica da Seca propuso ayer mantener la declaración de alerta por sequía que se activó en octubre en toda la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa.

Los técnicos han apreciado, con carácter general, una recuperación de los caudales de un 30% respecto a los que llevaban los días previos a las lluvias. Sin embargo, y a pesar de esta subida, los ríos de la demarcación siguen un 52% por debajo del caudal que históricamente circula de promedio en esta época del año.

Además, es posible que bajen en los próximos días, ya que aún se está produciendo su estabilización después de las últimas precipitaciones.

En las cuencas de Pontevedra y la Mariña lucense fue donde se notó una mayor mejoría, aunque la borrasca benefició a todas las cuencas. En cuanto a la situación de los embalses, estos también mejoraron y el promedio se sitúa en el 65,9 por ciento, debido, sobre todo, al llenado del embalse de Eiras, que abastece a Vigo y su área metropolitana.

La Oficina Técnica da Seca reconoce la mejoría en general, pero la situación sigue lejos de la situación de normalidad, y, a modo de ejemplo, expuso que Zamáns se encuentra al 40% por debajo de lo normal o Baiona, un 50% por debajo también de lo normal.