Galicia "ya no es hoy" una sociedad "rural como sigue instalado en el imaginario colectivo", proclama el documento del Foro Económico al realizar un diagnóstico del mundo rural en la comunidad previo a su propuesta de reformas. Aunque ese medio sigue ocupando la mayor parte del territorio (más del 75 por ciento), en él habita menos de la cuarta parte de la población.

Además, el informe recoge "la situación paradójica" de una comunidad supuestamente agraria, "según el imaginario colectivo, que es incapaz de producir los alimentos de origen agrario que consume". A eso se añade el hecho de que el mundo rural se está desagrarizando. "Hoy el rural gallego ya no es, de forma exclusiva y ni siquiera principalmente, agrario", sostiene el informe.

El problema "de fondo", añaden, radica en que "ya no es solo ni principalmente agrario, pero aún no es otra cosa". O "es muchas cosas a la vez", apuntan. El medio rural "no puede apoyarse solo en la agricultura, pero requiere una base agroalimentaria y forestal sólida", proclaman, si bien ven necesaria la diversificación de la base económica. Tanto que aseguran que el futuro de las áreas rurales gallegas "va a depender en gran medida de la capacidad para desarrollar otras actividades". Sobre cuáles serían, el documento recalca que no caben "recetas generales", sino que "cada comarca debe buscar su camino".