Durante el juicio, el capitán del Prestige reconoció que detectó "corrosión" en los tanques de lastre cuando asumió el relevo del barco en 2002, pero descartó que hubiese "ningún tipo de rotura". Mangouras negó que su predecesor a los mandos del petrolero le comunicase deficiencias y culpó al Gobierno español de extender la marea negra hasta Francia con su decisión de alejar el buque de la costa en lugar de llevarlo a un puerto refugio.

Alejar el barco

"Yo tomaba las decisiones, no necesitaba aprobación posterior". Así reconoció durante el juicio el exdirector de Marina Mercante la decisión de alejar el Prestige de la costa, exculpando así de cualquier responsabilidad al máximo responsable de su departamento, Francisco Alvarez-Cascos.

López-Sors culpó del "rumbo errático" del barco a los salvadores y reconoció que si lo hubiera llevado a Corcubión o a otra ría, opción que descartó por los "inconvenientes" que presentaba, "estaría en la cárcel con Mangouras".