Junto a la reforma a fondo del concurso eólico ante el bloqueo en el sector por las debilidades del proceso, la crisis y el nuevo marco tarifario, el presidente de la Xunta esbozó en el Debate sobre el estado de la Autonomía un plan de impulso también a la biomasa, la otra pata de la renovada estrategia del Gobierno gallego en energía. Ese proyecto pasa, como adelantó el conselleiro de Economía e Industria ayer al Cluster de la Madera, por la implantación de equipos de generación de calor en la industria, servicios, el ámbito doméstico y la propia administración. "Esta iniciativa potenciará una industria con claros beneficios ambientales, energéticos y económicos", asegura Francisco Conde, que eleva la aportación al PIB del sector de la madera en un 3,5%.

El objetivo, según la comunicación de la Consellería de Economía e Industria es crear "por lo menos" 1.000 puestos de trabajo hasta 2020, "potenciando el medio rural con la consiguiente disminución de los incendios en los montes gallegos". La primera de la líneas de ayuda previstas por el Inega al amparo del plan tiene una dotación de 9,3 millones para favorecer la instalación de equipos de biomasa térmica. 1.000 proyectos en total, "que permitirán valorizar 18.000 toneladas de biomasa cada año". El Igape incluirá el sector como "actividad preferente", al igual que la Axencia Galega de Innovación.