Cinco meses después de la firma del llamado Pacto Lácteo entre Gobierno, industria, distribuidores y dos de los tres principales sindicatos agrarios el contenido del acuerdo vuelve a estar en cuestión. Tras las críticas de los productores a la escasa implantación práctica que están teniendo los contratos homologados, es ahora la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) la que reconoce sus dudas sobre la viabilidad del acuerdo, aunque por razones muy distintas. En un informe en el que analiza el pacto firmado en julio, el organismo advierte de que "seguirá con atención" este proceso ya que concluye que "no puede descartarse" que el contenido de los acuerdos alcanzados sobre contratos homologados "dé lugar a prácticas restrictivas de la competencia" y por ello, considera necesario remitirlo a la Comisión Europea para que se pronuncie.

Sin embargo, cooperativas agroalimentarias y los sindicatos Asaja, COAG y UPA defendieron ayer que el contrato-tipo para pagar la leche recogida en las explotaciones no genera prácticas "anticompetitivas".

El pacto alcanzado en julio entre los principales representantes del sector lácteo pretendía generalizar los contratos homologados entre industria y productores como mecanismo para garantizar que el precio en origen cubriese los costes de producción. Para ello, se utilizaría como referente el mercado francés, lo que garantizaba unos ingresos de entre 0,30 y 0,31 céntimos por litro de leche hasta final de año.

Sin entrar a valorar el grado de aplicación práctica del acuerdo, la CNC avisa de que la "indeterminación" con la que está redactado plantea una serie de "interrogantes" desde el punto de vista de la competencia ya que, entre otras cuestiones, no queda claro qué tipo de precio se derivará de su aplicación. "Al imponer la adopción de un sistema de indexación, pero no especificar claramente la forma de implementarlo, no queda totalmente descartado que éste pueda dar lugar a una determinación automática del precio, y constituir de ese modo una fijación indirecta de precios o la fijación de un precio mínimo de venta", advierte el organismo que preside Luis Berenguer.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunirá previsiblemente con los responsables de las organizaciones agrarias el próximo martes para abordar los problemas del sector lácteo.

Setecientos ganaderos protestan ante una de las sedes de Leche Río

La concentración de unos 700 productores lácteos de Gandeiros Unidos ante una de las sedes de Leite Río ubicada en O Ceao (Lugo) finalizó después de dos horas sin incidentes. El objetivo de los ganaderos era denunciar la grave crisis que atraviesa el sector en Galicia.

Los ganaderos no lograron reunirse con el empresario y administrador único de Leite Río, Jesús Lence, a su juicio uno de los principales culpables de los bajos precios que se pagan en Galicia, motivo por el que se concentraron ante la empresa y cortaron el tráfico en el polígono industrial durante una hora.

Uno de los portavoces de la asociación, Xosé Luís Ríos, recordó que Río es una de las empresas que más producto recoge en Galicia y "una de las tres que menos paga por la leche". Además, "no quiere firmar los contratos homologados".

Este portavoz quiso clarificar que los ganaderos no reclaman ayudas, sino que les paguen "unos precios dignos, que está claro que se pueden pagar, ya que así se hace en el resto de España y Francia".