¿Puede funcionar un coche con maíz?

Crecimiento global, agotamiento de recursos naturales y cambio climático. El mundo se está quedando sin batería. Está en nuestras manos dar un volantazo y evitar esta situación

No quiero haceros un spoiler nada más empezar, pero solo os diré que tenemos ante nosotros un escenario de crecimiento global, agotamiento de los recursos naturales y cambio climático. ¿Qué significa esto? Fácil, significa que el mundo se está quedado sin batería, los humanos estamos consumiendo todos los recursos naturales del planeta mucho más rápido de lo que es capaz de renovarlos y está en nuestras manos dar un volantazo y evitar esta situación.

Vale, hemos empezado poniéndonos en lo peor, pero como todo, tiene su parte mala y su parte buena. ¿Queréis saber la parte buena? Gracias a este escenario, millones de investigadores de todo el mundo se centran cada día en buscar soluciones energéticas aprovechando los residuos que generamos, y así poder conseguir un mundo mucho más limpio y sostenible.

Con esta pequeña introducción yo creo que ha llegado la hora de hablaros sobre el maíz y qué relación tiene con todo lo anterior. Imagino que todos habréis visto una planta de maíz delante, sino quedáis invitados a nuestro centro para ver las fincas de cultivo. El maíz es el cultivo con mayor producción a nivel mundial, y además se trata de un cultivo anual, eso es, que en un solo año se obtiene una planta adulta con mazorcas. Cómo imaginaréis lo que realmente interesa de la planta es la mazorca, una fuente alimenticia sumamente popular, sobre todo en el continente americano, donde se suele moler para hacer harinas y elaborar diferentes platos como arepas o tortillas. Es un alimento central en numerosas culturas, pero no es único uso que tiene, por ejemplo, mis abuelos lo cultivan cada año, y lo hacen para alimentar a los cerdos y las gallinas.

Pero ahora la pregunta del millón, ¿qué pasa con el resto de la planta cuando se recogen las mazorcas?, ¿se os ocurre algún uso para ello? Pues bien, aquí viene lo realmente guay, en nuestro centro queremos optimizar un proceso que nos permita obtener biocombustible, concretamente bioetanol, a partir de esos residuos que quedan en el campo. Hoy en día los tipos de combustibles más utilizados son la gasolina y el diésel, combustibles fósiles que provienen del petróleo. El petróleo es un recurso natural no renovable que se está agotando y actualmente tenemos el problema de que también es nuestra principal fuente de energía y materia prima.

Con la crisis del petróleo, se ha vuelto a dar importancia a los biocombustibles, que se producen a partir de materia orgánica, y digo que se ha vuelto a dar importancia porque no son un descubrimiento actual, aparecieron casi a la vez que los combustibles fósiles. Por ejemplo, hace más de 100 años Rudolf Diesel creo un prototipo de motor que utilizaba aceite de cacahuete, sí, de cacahuete. Lo que sucede es que el hecho de utilizar alimentos para producción de biocombustibles genera cierta preocupación por la posibilidad de desencadenar una crisis alimenticia. Por ello, actualmente se buscan otras materias primas no comestibles, como el residuo que queda después de la cosecha del maíz.

* Noemí Gesteiro Portas es investigadora predoctoral del grupo de maíces de la Misión Biológica de Galicia. CSIC