Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ousman Umar Emprendedor Social

“Sobreviví para dar voz a los que mueren en pateras”

Ousman Umar

De niño vio un avión sobrevolar la aldea remota de Ghana en la que vivía y decidió que un día visitaría el territorio de los blancos. Con doce años abandonó su país, cruzó el Sáhara a piel, el mar en patera y vio morir en el camino a la mayoría de sus compañeros de viaje

Durante cinco años recorrió 21.333 km. para llegar a Barcelona, donde, después de meses durmiendo en la calle, lo acogió una familia, realizó sus estudios -entre ellos una carrera y un máster universitarios- y con su primer sueldo como mecánico de bicicletas fundó la ONG Nasco Feeding Minds con el fin de mejorar la educación en su país. En 2019 escribió “Viaje al país de los blancos”, del que ha vendido más de 12.000 ejemplares y este 2021 ha editado “Desde el país de los blancos” (Plaza y Janés). Ousman Umar, Premio Princesa de Girona Social 2021 por su labor como emprendedor social, estará mañana, lunes 20 de septiembre, en el CLUB FARO DE VIGO.

– ¿Sabe su edad?

– Allí no la calculamos. Un ejemplo es el exsecretario de la ONU, el ghanés Kofi Annan, cuyo nombre en el dialecto de la tribu de los asantes significa nacido en viernes y su apellido, cuarto hijo. Yo solo sabía que había nacido en martes. Digo que tengo 33, con un margen de error de un año arriba o abajo.

"No tenía zapatos, iba corriendo por la selva persiguiendo animales, contento con mi familia y muy alegre cuando veía que en mi trampa había caído una marmota porque ese día comería carne"

decoration

– Al narrar su infancia en Ghana describe a un niño feliz, con las necesidades cubiertas.

– A veces confundimos la definición de la felicidad con lo material y partiendo de esa base puedo garantizar que en mi aldea era feliz. No tenía zapatos, iba corriendo por la selva persiguiendo animales, contento con mi familia y muy alegre cuando veía que en mi trampa había caído una marmota porque ese día comería carne. No tengo recuerdo de haber vivido mal, sino de mucha alegría con mi familia.

– ¿Por qué decidió abandonar su país siendo niño?

– Porque tenía ganas de conocer. Para mí el hombre blanco era prácticamente un dios desde que vi volar un avión y me respondieron que ese pájaro metálico era obra de los blancos. Quería saber por qué eran capaces de hacer volar un avión y en cambio yo no conseguía que los juguetes que fabricaba se movieran. Y lo intenté, un día tiré una piedra al cielo para ver si aguantaba y me cayó encima de la cabeza. Suerte que no era grande. Creo que cuando se habla de inmigración se piensa que todos estamos allí muriendo de hombre o en guerra. Ese no fue mi caso.

– ¿En la actualidad los niños africanos también ven al hombre blanco como una especie de dios?

– Me ronda por la cabeza que yo he sido el último niño inocente africano, como tema para un ensayo. Hace una semana que he vuelto de Ghana y he visto los rincones donde iba a cazar y poner trampas ocupados por una antena enorme de Vodafone. Hay pueblos sin corriente ni agua potable en los que todos tienen móvil que cargan por el día en una placa solar de la plaza o en la ciudad. Los niños ahora no confundirían un avión con un pájaro metálico, ven otras cosas y tienen otras fantasías.

– ¿Cuántas veces en su vida sorteó la muerte y cuándo la vio más cerca?

– En incontables ocasiones. La vi muy cerca en el desierto del Sáhara, en Libia -cada una de las inumerables veces que me encarcelaron. y, por supuesto, en la patera, dos veces. Fue toda tan duro y surrealista que no le desearía a mi peor enemigo que tenga que experimentar ni el 0,1 por ciento de lo que he vivido. No puedo decir cuál es el peor recuerdo, es como responder si prefieres morir quemado o ahogado. Ninguna de las dos maneras es agradable y he tenido ambas situaciones muy cercanas.

– Pero no todo fueron malas experiencias y de repente apareció Montse, que lo encontró durmiendo en la calle en Barcelona y se convirtió en su madre de acogida...

– Fue un ángel, uno de los ejemplos por los que digo que he sobrevivido para dar a conocer nuestro testimonio -normalmente son otros los que hablan de nosotros o solo aparecen desgracias y cifras de muertos en pateras-.

– ¿Cree que ser el hijo del chamán de la tribu le protegió?

– Contestaría que no, aunque no absolutamente convencido. Durante mi infancia he visto situaciones que si las cuento te quedarías sorprendida. Viví experiencias complicadas y distintas y sí creí que existían los dioses de la manera que mi padre los convocaba. Creo que algo existe porque non es justo ni normal que haya llegado aquí. No he sobrevivido por ser el más fuerte ni física ni emocionalmente, sino porque tengo que cumplir un propósito.

– ¿Y ese propósito es educar a los niños ghaneses para que no hagan lo mismo que hizo usted?

– La razón por la que vienen es para prosperar y buscar un futuro mejor. Lo que me molesta es que por desinformación la gente siga muriendo tan descaradamente. Es una vergüenza mundial. Fundé Nasco Feeding Minds en 2012 porque quería evitar que mi hermano cayera en la misma trampa que yo y hacerle entender que el auténtico paraíso está en su casa y el futuro depende de él mismo. Pero para que lo vean hay que alimentar sus mentes. En Europa todo está construido; en Ghana, todo por hacer. Cuando mi hermano lo comprendió, había que extrapolar el mensaje a otros jóvenes, asumiendo la responsabilidad de que cada uno es el presidente o el ministro de educación de su país. No hay que quedarse sentado esperando a que el gobierno dé acceso a la formación digital. Asumiendo esa responsabilidad, con mi primer sueldo de 700 euros acabé comprando 45 ordenadores, contraté dos profesores y abrí en 2012 el primer aula informática en Ghana; hoy hay más de 15 y han pasado 20.000 niños por ellas. Todo sin ninguna subvención, gracias a las conferencias que doy y a las personas que comprenden el cambio real en la cooperación internacional que propongo.

– ¿No resulta complicado que los adolescentes no le vean como un triunfador y quieran seguir sus pasos en Europa?

– No fue fácil convencerlos al principio. Mi propio hermano en su momento no me creía y ahora acaba de montar su propia empresa, tras haberse graduado, y es el parlamentario más joven de la historia en el país. Ya no necesito ir a hablar con las autoridades del derecho a la educación para los jóvenes. Él es el primer ejemplo de éxito brutal de la educación. Cuando miles de jóvenes lo vean, entenderán que el futuro está en su casa.

– ¿Alguna ves se ha arrepentido de haber venido?

– Si me he arrepentido de algo es lo que desmontó mi vida emocional y las secuelas que me han quedado. Poca gente en el mundo actual puede decir que haya vivido tres siglos a la vez: en Ghana estaba en el XV, en Libia, con la dictadura de Gadafi, en el XIX, y en Barcelona, en el XXI.

  • Refugiados en busca de un hogar
    Cinco personas de diferentes orígenes relatan cómo han sido sus experiencias de abandonar sus países y solicitar acogida en Galicia

– Como MENA (migrante menor no acompañado de un adulto) que ha sido, ¿qué opina del discurso político de la ultraderecha?.

– Dan pena y son una vergüenza para el sistema educativo del país, al que se le dedican millones de horas y euros. Cuesta creer que hayan estado alguna vez en una clase. Yo llegué a España con 17 años siendo analfabeto y en diez años superé todo el sistema educativo, estudié dos años de Química en la universidad, me gradué en Relaciones Públicas y Marketing y he hecho un máster en ESADE.

– ¿Qué valores de su aldea habría que exportar?

– Me da pena la falta de respeto hacia las personas mayores que hay en Occidente. En mi aldea decíamos que la tranquilidad de uno es producto de la de su vecino. Vivimos en un vergonzoso individualismo sin precedentes,. Hay que volver a reconocer valores básicos como el colectivismo, compañerismo y respeto por los demás.

Compartir el artículo

stats