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75 años vigilando el cosmos desde Galicia

El Observatorio Astronómico Ramón María Aller, dirigido por José Ángel Docobo, centra sus esfuerzos en la docencia, la investigación y la divulgación

El Observatorio Astronómico de Santiago en los años cincuenta

El Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la Universidade de Santiago nació dos veces. La primera fue en 1943, cuando Ramón María Aller Ulloa trasladó su observatorio particular de Lalín a Compostela y puso sus instrumentos y su sabiduría a disposición de la universidad, que le nombró director del mismo. La segunda, que fue más bien un renacer, sucedió en 1983, cuando José Ángel Docobo Durántez llegó a la dirección de la institución, prácticamente abandonada tras el fallecimiento de su fundador en el año 66.

Estos dos matemáticos y astrónomos gallegos son los responsables de que hoy en día haya estudios de astronomía en tres grados diferentes, doctorandos de todo el mundo vengan a preparar sus tesis y de que el trabajo que se realiza desde el Observatorio esté reconocido internacionalmente. Gracias a sus esfuerzos, Galicia lleva 75 años observando el cosmos desde Compostela.

Este será un año de celebraciones. Docobo organiza las XVII Jornadas de trabajo en Mecánica Celeste los días 25, 26 y 27 de este mes en Santiago, la Xunta reeditará las obras "Algorítmia" y "Astronomía a ollo ceibe" de Ramón María Aller y el equipo que trabaja en el observatorio seguirá acercando la astronomía a la gente desde el programa Todocosmos.

Contra todo pronóstico, Ramón María Aller (Lalín, 1878-1966) y José Ángel Docobo (A Coruña, 1951) llegaron a conocerse. "Recuerdo haber venido al Observatorio de niño, me trajo mi tío Ángel para saludar a Don Ramón. Nos llevó a la cúpula y nos enseñó la luna. Esto ya me fascinaba", rememora Docobo. Pero no volvieron a coincidir. Aunque el interés del catedrático por la Astronomía no menguó. Después de licenciarse en Matemáticas en Compostela, marchó a Zaragoza a estudiar Astronomía con el especialista vigués Rafael Cid. Y de allí regresó para ocupar la plaza de director que sigue ostentando gracias al empeño del rector de la USC Suárez Núñez.

La figura de Aller, que además era sacerdote, es inmensa en este campo. Así lo refleja la tesis "La proyección humana de D. Ramón María Aller Ulloa, su legado científico y la Casa Museo de Lalín", de la historiadora Cecilia Doporto Regueira, y dirigida por Docobo, lo certifica. Fue el introductor en España del estudio de las estrellas dobles, por eso esta es la línea principal del Observatorio. "El padre Aller empezó a hacer sus observaciones en Lalín y sus medidas micrométricas con su refractor, calculó la primera órbita de una estrella doble en España", cuenta Docobo, catedrático de Astronomía en la Facultade de Matemáticas (USC).

"Las estrellas dobles son dos estrellas que debido a la atracción gravitatoria están describiendo órbitas entorno a lo que llamamos el centro de masas del sistema. Eso es equivalente a suponer que una está fija y la otra describe una órbita entorno a ella. Ese es el problema básico, que en Mecánica Celeste llamamos el problema de los dos cuerpos; también hay una serie de influencias y perturbaciones que actúan sobre estos sistemas que hacen que la dinámica sea diferente", explica Docobo.

"Las masas de las estrellas se calculan a partir de las órbitas de las estrellas dobles. Aparte de que las estrellas dobles es un campo de investigación en astronomía y astrofísica muy importante. Hay estrellas dobles visuales, que se pueden desdoblar con medios ópticos; hay otras que necesitan el estudio de su espectro para saber que son dobles; y las eclipsantes producen variaciones de luz porque una estrella pasa por delante de la otra. Es un campo muy atractivo", añade.

Actualmente, el equipo del Observatorio está formado por cuatro docentes y un investigador. Tienen una labor múltiple que abarca la docencia, la investigación, la divulgación astronómica y la sección meteorológica, pues envían datos diarios a la Agencia Estatal de Meteorología. "Trabajamos muchas cosas de Mecánica Celeste, preparando algoritmos para la resolución de diferentes problemas dinámicos. Participamos en la Red española de bólidos y meteoritos, habiendo investigado muchos de ellos en Galicia. El último importante fue el diurno que explotó en el Baixo Miño el Día de las Letras Galegas de 2016", recuerda Docobo, quien añade que cuentan con cámaras de observación nocturnas instaladas en Santiago y en Lugo.

Del mismo modo que Aller se volcaba con sus alumnos, como hizo con Antonia Ferrín Moreiras, la primera mujer en España en defender una tesis doctoral en astronomía y la primera en leer una tesis en la sección de Matemáticas de Santiago; Docobo ha acogido a decenas de doctorandos estos años. "La última tesis que dirigí fue la Ahmad Ali Abushhatal, un estudiante jordano que estuvo en Santiago cuatro años con una beca Erasmus. Actualmente, entre los doctorandos está Luca Piccotti, un estudiante italiano que ya hizo el máster con nosotros", dice.

Entre los logros del Observatorio figura el descubrimiento de un exoplaneta. "Hicimos la propuesta de un descubrimiento de un planeta fuera del Sistema Solar en una estrella doble que estábamos estudiando. En un sistema de enanas rojas, que son estrellas de baja masa, vimos en una de sus órbitas una perturbación causada por un cuerpo menor y postulamos que se puede tratar de un planeta gigante en otra estrella", señala Docobo.

Desde el Observatorio se edita la circular de información de la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés). El propio Docobo fue presidente de la Comisión de estrellas dobles de la IAU hasta 2012. "El trabajo que hacemos es doble, por un lado está la parte observacional que hoy en día la hacemos desde Santiago y a través de grandes telescopios situados en el extranjero. Y una parte más teórica que se refiere a la aplicación de la astronomía a las matemáticas", destaca el catedrático.

Con el esfuerzo de Docobo y una suerte de acuerdo entre la USC y el Concello de Lalín se restauró la actual Casa Museo de Ramón María Aller en su villa natal. "Se recuperó la cúpula, es nueva pero el revestimiento de madera interior es el mismo, así que cuando uno entra y mira las mismas estrella dobles que observaba Don Ramón, también ve la misma madera", celebra Docobo. "Se puede ver su estudio y muchos de sus instrumentos de observación, estamos trabajando para exhibir también sus manuscritos", apunta Cecilia Doporto, que trabaja en el museo, que este verano volverá a acoger actividades de observación dentro del programa Todocosmos.

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