La Fiscalía Superior de Cataluña se querelló ayer contra el conseller de Interior, Miquel Buch, por nombrar como asesor a un sargento de los Mossos para que presuntamente siguiera haciendo servicios de escolta del expresidente Carles Puigdemont, tras su huida.

En su querella, que también se dirige contra el sargento Lluís Escolà, la Fiscalía acusa a Buch de prevaricación y malversación, y cifra en 52.712 euros la cantidad presuntamente desviada por la remuneración que el agente recibió mientras ejerció de asesor.

Y considera que el nombramiento de Escolà respondía "única y exclusivamente al ilegítimo e indisimulado propósito de dar cobertura y protección" a Puigdemont, en busca y captura por haber eludido un llamamiento judicial.

Buch afirma que "en ningún caso" nombró a un asesor para hacer de escolta del expresident. "No está entre mis competencias", aseguró ayer.