La Audiencia Nacional condenó a dos años de prisión al exconsejero madrileño Francisco Granados por el soplo que le dio un guardia civil sobre la operación Púnica. Al autor del chivatazo, José Manuel Talamino, le fue impuesta misma condena. A raíz de la filtración, los investigados cambiaron sus conductas. Granados, quien pasó ya casi dos años y medio en prisión, pidió al constructor Marjaliza que destruyera la documentación que le relacionaba con sus negocios.