La industria factura más que todo el comercio por primera vez en Galicia

Después de otro fin de semana muy barato a 2,01 euros el megavatio hora (MWh) el sábado y 6,69 euros el domingo, cuando estuvo a 0 euros durante 16 horas seguidas, el precio de la electricidad en el mercado mayorista alcanzará hoy los 23,75 euros. En los tramos más bajos, entre las 15.00 y las 18.00, rondará los 3 euros. La media del mes se sitúa alrededor de los 24 euros y no parece que se vaya a desbocar en la última semana. Se avecinan borrascas, un quebradero de cabeza para los que pueden disfrutar de los festivos de la Semana Santa, pero la mejor situación posible para la factura de la luz. Las renovables están aportando el 69% de la generación en España en lo que va de marzo después de cubrir el 59% en febrero y el 51% en enero. En el caso de Galicia, las tecnologías verdes rozan el 90% de la producción en el arranque del año. ¿Consecuencia? La cotización de la electricidad da un respiro al bolsillo del consumidor. Está un 70% por debajo de los niveles de hace un año y es un 91% inferior a marzo de 2022, el pico de la crisis energética que dejó el precio medio del MWh a las puertas de los 300 euros.

La energía fue una auténtica pesadilla para la economía en 2021, que arrancó con el famoso temporal Filomena y medio país bajo la nieve –el MWh llegó a superar los 100 euros en los días más duros– y contuvo la respiración después por el encarecimiento sin tregua del gas. El Gobierno lanzó las primeras rebajas fiscales para atenuar el golpe en hogares e industrias. Pero todavía quedaba por delante la invasión de Rusia a Ucrania, que colocó la inflación de la electricidad, el gas y otros combustibles en Galicia al 83% en el primer trimestre de 2022.

La otra cara del subidón de los precios está en las cuentas del sector. Empresas de suministro de electricidad y gas alcanzaron un volumen de negocio de 10.386 millones de euros en Galicia, según los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 56% más que en 2021 (6.600 millones de euros). Es, de lejos, la actividad con mayor incremento de la facturación en toda la industria, que, en conjunto, sumó 58.811 millones de euros en ventas. Una cifra inédita tras un alza anual del 25,7% que le llevó incluso a superar por primera vez el importe del todopoderoso comercio: 57.115 millones.

Electricidad y gas supusieron el 17,7% de la facturación de la industria regional en 2022. Por delante figuran la industria alimentaria, otro de los epicentros del bum inflacionario, y la automoción. En el primer caso, el negocio medró el 17,5%, hasta los 11.295 millones de euros. La cuantía de las ventas de las firmas del motor escaló a 10.781 euros, un 24% más que el ejercicio anterior. Coincide con el fuerte repunte experimentado también en el estandarte del sector, la factoría de Stellantis Vigo, que ese año consiguió hacer frente a la crisis de los chips con una producción de 404.585 vehículos.

La metalurgia, una actividad intensísima en consumos energéticos y penalizada por la crisis de precios, fue de las pocas excepciones en la tendencia al alza de la facturación en la comunidad. Recolectó 3.267 millones de euros, lo que supone un descenso anual del 12,3%. La otra pata, la de las fabricación de productos metálicos, sí se sumó a las subidas robustas de la cifra de negocio: 3.033 millones de euros, un 27,4% más. El importe de las ventas en la industria de la madera y el corcho aumentó el 19,8% (2.011 millones); un 18,9% en la confección de ropa (1.891 millones); el 23,4% en la industria de bebidas (1.327 millones); el 22% en la fabricación de otros productos minerales no metálicos (1.324 millones); el 3,4% en la industria química (1.067 millones); y el 5,7% en la reparación e instalación de maquinaria (1.046 millones).

En el resto de ramas de manufacturas destacan las subidas por encima del 30% en fabricación de muebles (448 millones) y productos farmacéuticos (272 millones). Los otros dos principales recortes se dieron en el naval, un 16,4% de caída (654 millones); y la industria textil, el 4,1% (175 millones).

Los centros productivos de la industria gallega se elevaron un 2,3%. Estaban activos 14.137. El gasto en sueldos fue de 3.948 millones después de un incremento del 3,6% que contrasta con la bajada del empleo: 3.000 trabajadores menos, hasta un total de 144.300. La inversión en activos materiales se aceleró cerca del 24% (1.736 millones). 

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