El exdueño de Hiperxel recurre al Supremo la condena de ingreso en prisión por fraude

Fue considerado líder de una trama pese a haber usado hombres de paja

Lara Graña

Lara Graña

Entre las mercantiles Ucaglobal y Pescados Castro Varela se generaron facturas, entre junio y diciembre de 2015, por más de 600.000 euros. La mercancía quedaba exenta de IVA a continuación porque solo realizaba operaciones intracomunitarias o con las Canarias. Claro que ese pescado nunca había existido, las facturas eran inventadas, la desgravación de este impuesto era fraudulenta y las dos empresas estaban bajo el control último de la misma persona: Eusebio Novas Hay. Así lo zanjó la Justicia en primera instancia y en la Audiencia Provincial de Pontevedra, condenando al empresario arousano –el segundo fallo es de octubre pasado– a dos años y medio de prisión. Pero no se ha ejecutado todavía porque Novas ha planteado un recurso en casación ante el Tribunal Supremo, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Se trata del mismo Novas que, bajo la apariencia de una compañía de prestigio en la industria del congelado (Grupo Vinova), compraría Hiperxel en verano de 2021 en alianza con el venezolano Juan Villamizar Velásquez.

En el caso de Ucaglobal y Pescados Castro Varela los considerados hombres de paja, utilizados para dar apariencia de normalidad a la operativa de emisión de facturas, fueron exonerados. El fallo de primera instancia ya se presumía de máxima relevancia para la investigación de la quiebra de Hiperxel, porque, al igual que con Ucaglobal y las demás mercantiles de esta trama (Pescados Castro Varela, Escribas de Gordon, Look Ahead Investments y Nogasa Servicios), Eusebio Novas no constaba en ningún papel como copropietario de la cadena de congelados. Aunque, en la sombra, sí lo era. “Resulta incuestionable la participación del recurrente en los hechos por los que viene condenado”, decía el fallo. El empresario tampoco constaba formalmente como copropietario de la cadena de congelados, finalmente liquidada y por cuya quiebra la administración concursal pide a Vinova el pago de 7 millones de euros.