La reforma del subsidio por paro costará 2.500 millones de euros, según Fedea

aGENCIAS

La reforma del subsidio por desempleo aprobada por el Gobierno aumentaría las necesidades financieras del país en 2.500 millones de euros al año, lo que supone 0,17 puntos de Producto Interior Bruto (PIB), según un estudio elaborado por Fedea. Desde el centro de estudios económicos han señalado que esa sería la cuantía a la que habría que hacer frente teniendo en cuenta que la reforma por subsidio supone 400.000 nuevos perceptores, al ampliar el número potencial de perceptores, además de aumentar la duración de la prestación en algunos casos y la cuantía del subsidio.

No obstante, en el estudio también se indica que la reforma del subsidio por desempleo avanza en la generación de incentivos para la búsqueda y aceptación de empleo por las personas que perciben el subsidio por desempleo, al permitir durante 180 días el cobro del salario junto con una parte del subsidio, y saludan que se reduzca el porcentaje de subsidio percibido conforme aumenta la antigüedad de la prestación. Sin embargo, advierten que al tratarse de una prestación con una cuantía muy modesta, en torno al umbral de subsistencia, no hay demasiado “margen” para la estrategia de ir reduciéndolas para incentivar la vuelta al mercado de trabajo.

Así, aseguran que el margen de mejora está más bien en el endurecimiento de las exigencias de búsqueda y de no rechazo de ofertas de empleo, y en la mejora del funcionamiento del sistema para que lleguen más ofertas desde los servicios públicos de empleo.

Asimismo, desde Fedea han asegurado que la situación del subsidio por desempleo después de la reforma no guarda la necesaria “relación y coherencia” con el resto de las prestaciones económicas existentes dirigidas a personas en desempleo, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y rentas autonómicas. Así, han indicado que la opción de simplificar el número de prestaciones identificando las funciones específicas de cada una de ellas podría ser más eficiente para conseguir los objetivos buscados.

“Todas las prestaciones deberían ser compatibles con el trabajo, articulándose como un porcentaje adicional al salario que se reduciría progresivamente en el tiempo”, han concluido.