La situación de Atunlo fuerza otra junta extraordinaria de la vasca Inpesca

Lara Graña

Lara Graña

El pasado martes la armadora vasca Compañía Internacional de Pesca y Derivados SA (Inpesca) celebró una tensa junta de accionistas --se celebró en sesión extraordinaria-- para analizar la situación por la que atraviesa Atunes y Lomos (Atunlo), de la que posee la mitad del capital y que, como avanzó FARO, está en preconcurso de acreedores. A petición de la también vasca Euskaltuna, controlada por Albacora y accionista de Inpesca, se introdujo en el orden del día un punto extra para favorecer la “toma de decisiones” al respecto. El encuentro fue “informativo”, según fuentes próximas a la sociedad, y en él quedó evidente la “extrema preocupación” sobre el futuro de Atunlo.

No fue suficiente: Inpesca quiere mantener un control constante sobre el plan de reestructuración en el que trabaja el equipo de Jorge Pernas, por lo que ha decidido convocar una nueva junta extraordinaria. Tendrá lugar el 15 de diciembre en Mundaka. Una vez más, el primer punto de debate --y único, a todos los efectos-- girará en torno a la pesquera con sede en Beiramar. “Información actualizada de la situación de Atunlo”, reza la convocatoria, a la que ha tenido acceso este periódico. Asistirá una notario de Bermeo a la cita.

De acuerdo a personas conocedoras de las conversaciones, hay fuertes divergencias en el seno de Inpesca, y a su vez desde País Vasco hacia la gestión de Atunlo en asuntos vinculados a la financiación y gestión de aprovisionamientos. Socios del grupo que preside Guillermo Arrien no descartaban la pasada semana que Inpesca se acoja también a la ley concursal, si bien esta posibilidad no habría sido abordada en la asamblea del pasado martes.