Xunta y banca urgen medidas a Fandicosta para retomar la solvencia: “No debe tardar”

La solicitud de preconcurso, opción sobre la mesa para ganar tiempo con los acreedores | La propiedad prevé celebrar otro consejo en una semana | Wofco mantiene su interés

Stand de Fandicosta, en la pasada edición de Conxemar. |   // MARTA G. BREA

Stand de Fandicosta, en la pasada edición de Conxemar. | // MARTA G. BREA / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

Pasado el terremoto Conxemar, la dirección de Fandicosta continúa bregando para manejar la compañía ante un remolino de vientos en contra. El grupo, quinto de España por volumen de facturación, aborda un proceso urgente de reestructuración ante una fuerte crisis de tesorería, sobrevenida por la caída del consumo, la reducción de márgenes y su posición de deuda. De inicio afloró una vía de escape para su presidente, Ángel Martínez Varela: la venta de la cabecera del holding –la factoría de Moaña, recién reconstruida–, atender a pagos de proveedores y renegociar la deuda restante con la banca. El mercado en pleno daba por hecho que la planta pasaría a manos de la viguesa Worldwide Fishing Company (Wofco), que ya estaba trabajando en los números para abordar esta operación.

Pero fue el propio empresario, y a través de FARO, el que descartó ese salvavidas: nada de vender, empujar a la Xunta a poner dinero y convencer a las entidades financieras para recuperar el grifo del crédito. Una vía que ayer abordó el consejo de administración y que, con el transcurrir de las horas, no cambió en exceso los pareceres: la solución ha de adoptarse ya. El tiempo se agota. “No debería tardar”. Fuentes próximas al proceso apuntan a una solicitud de preconcurso –formalmente, un proceso de negociación para reestructurar deuda– con el objetivo de ganar tiempo; desde la dirección de la pesquera alejan esta posibilidad para los próximos días.

En el consejo de Fandicosta está Sodiga, sociedad de capital riesgo de la Xunta, que tiene un 12,15% de las acciones. “Mantenemos el contacto con la propiedad e, informados de los pasos que quiere dar, mantenemos el apoyo con la perspectiva siempre de garantizar la actividad y el empleo”, se limitaron a apuntar ayer fuentes de la Consellería de Industria. Un mensaje, por cierto, que no es acorde exactamente a las pretensiones de Martínez Varela. Como él mismo destacó, está dispuesto a abandonar la actividad de elaboración en Moaña –prescindiendo de las líneas de producción de congelados y refrigerado– y mantener únicamente la de logística de frío. En la planta de Domaio, sin las ETT, trabajan en torno a 180 personas.

No se han producido movimientos en firme, que son los que se esperan en el Gobierno gallego y los bancos. “Necesita vender activos, lo de renunciar a vender no dejó tranquilo a nadie”, inciden fuentes financieras al respecto de la información desvelada por este periódico. Al margen de Sodiga –representada por Rubén Aguión–, en el consejo de Fandicosta solo están el propio Martínez Varela y personal de su confianza, complementado ahora con la asesoría jurídica y económica de Garrigues y Deloitte.

El presidente de la compañía defiende que asumió la reconstrucción de la factoría, calcinada en un incendio en 2016, sin respaldo externo. A su juicio, el apoyo que recibió Campofrío cuando también perdió por el fuego su fábrica de Burgos –fondos del programa de desarrollo rural de Europa Feader, ayudas para pagar nóminas o exenciones fiscales– es el que le corresponde ahora, al menos en parte, a Fandicosta. Y es lo que pide. Ni Xunta ni entidades financieras han querido concretar el volumen de capital que ha requerido Ángel Martínez Varela.

En todo caso, la empresa ha perdido la capacidad de atender pagos corrientes y está abasteciendo la producción únicamente con stock. No solo urge una solución para mantener el aprovisionamiento a clientes, sino garantizarse los acuerdos con las armadoras –el grupo Fandicosta solo tiene dos barcos, y compartidos, en Argentina– y demás proveedores industriales. Por lo pronto, en una situación de insolvencia solo se satisfacen pagos al contado. No hay crédito, no hay seguro.

En la recámara continúa intacto el interés de Wofco, de progresión meteórica y a la que hace tiempo que las instalaciones de Teis (antigua Confremar) se les quedaron pequeñas. “Se está trabajando en esta opción”, constatan desde el entorno del equipo de Borja Tenorio y Alberto Barreiro. No hay más interesados en este activo, aunque sí hay empresas dispuestas a comprar instalaciones del grupo Fandicosta en Vigo o Vilagarcía, sobre todo frigoríficas. La decisión de Martínez Varela de resolver esta crisis manteniendo el perímetro íntegro del holding, al menos de momento, se mantiene. La próxima semana pretende volver a reunir a su consejo, a fin de recabar definitivamente la opinión de la Xunta a su “plan de viabilidad”.

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