Cambio geoestratégico

Rusia anuncia la llegada desde China del primer mercante por la ruta marítima ártica

Las autoridades rusas esperan que esta ruta, más practicable debido al calentamiento global y al deshielo, pueda competir un día con el canal de Suez

Un buque ruso desplegado en la zona del Ártico.

Un buque ruso desplegado en la zona del Ártico. / EFE

Eduardo López Alonso

Rusia anunció este viernes la llegada desde China de un primer barco por la denominada Ruta Marítima del Norte o ruta ártica que une Asia con Europa a través del Ártico, una de las grandes esperanzas de Moscú para desarrollar su comercio internacional. "Hoy llegó a la región de Kaliningrado un primer barco por la Ruta Marítima del Norte", dijo en Telegram el gobernador regional, Anton Alijanov. No precisó qué cargamento llevaba. Las fotos difundidas por el funcionario ruso muestran un portacontenedores llamado 'Newnew polar bear', informa AFP.

El barco salió de Shanghái y recorrió la costa norte rusa hasta el puerto de Arkhanguelsk (extremo norte de Rusia), antes de llegar a Baltisk, en la región de Kaliningrado, enclave ruso a las puertas de la Unión Europea. Su destino final es San Petersburgo (noroeste), antigua capital imperial rusa, explicó Alijanov.

Rusia espera que esta ruta, más practicable debido al calentamiento global y al deshielo, pueda competir un día con el canal de Suez, sobre todo en el comercio de hidrocarburos. "Será más barata y rápida que el canal de Suez", dijo Alijanov.

La ambición rusa de desarrollar el comercio a través de esta ruta marítima ha cobrado aún más importancia para el Kremlin con la adopción de una serie de sanciones económicas como consecuencia de la invasión de Ucrania.

La importancia de un primer barco por la ruta rusa del Ártico supone el principio de cambios relevantes tanto desde el punto de vista geoestratégico como por las consecuencias medioambientales. Desde el primer punto de vista es relevante en el nuevo polo de relaciones internacionales entre China y Rusia. El calentamiento global está favoreciendo la actividad económica de los países situados más al norte y la zona del Ártico, con periodos de deshielo cada vez más largos es un ejemplo.

La agencia nuclear rusa, Rosatom, anunció este mismo año que tiene una flota de rompehielos atómicos dipuesta para hacer regular el uso de la ruta ártica. Y que ya negocia con empresas petroleras para redirigir el transporte del crudo ruso desde los puertos del mar Báltico a la Ruta Marítima del Norte (RMN), que pasa por el Ártico ruso, a fin de llevarlo mejor hacia Asia. Los chinos, por su parte, están deseosos de canalizar sus productos a Rusia por mar, y en el futuro poder llegar incluso a los puertos del norte de Europa.

El embargo impuesto por los países europeos al suministro de petróleo y productos petrolíferos rusos ha abierto una nueva ventana de oportunidades para transportar más mercancías por el Ártico.

Ahorro de costes

La Ruta Ártica fue lanzada en 2011 por el presidente ruso, Vladímir Putin, pero se consideraba un proyecto a medio o largo plazo. No se esperaba que ese nuevo corredor mercantil pudiese funcionar antes del 2035, por lo que el anuncio de hoy supone acelerar los plazos. Cualquier barco tiene que recorrer 10.600 kilómetros para llegar por el norte desde la ciudad rusa de Murmansk al puerto chino de Shanghái, mientras que si opta por cruzar el canal de Suez necesitará surcar 17.700 kilómetros. Además, la travesía por Suez lleva 35 días de media, mientras la arteria promovida por Rusia supone un ahorro de 10-12 días por barco, que además se ahorrarían hasta 500 millones de euros al año gracias al menor nivel de emisiones de dióxido de carbono. Aunque esto es teoría, ya que el uso intensivo de esa ruta marítima podría supone un desastre medioambiental de difícil justificación. Las últimas previsiones ya daban que a principios de 2024 la navegación durante todo el año por la ruta ártica ya será posible. Si estas previsiones se cumplen, alrededor del 80% del gas natural licuado (GNL) ruso podrían enviarse a China por esta ruta.

No solo empresas rusas muestran interés en la Ruta Marítima del Norte, sino también compañías de los otros países BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y de Oriente Próximo, según Rosatom. En torno al comercio se fortalecería un bloque económico interesado en la Ruta Marítima del Norte como una alternativa viable al canal de Suez.