Metalships sondea el mercado para hacerse con un dique y poder varar los buques “ro-ro”

La crisis del astillero dificulta la financiación para cerrar contratos de nueva construcción: “Estamos buscando nuestro propio nicho”

Instalaciones y diquede Metalships.   | // MARTA G. BREA

Instalaciones y diquede Metalships. | // MARTA G. BREA / Adrián Amoedo / Jorge Garnelo

Adrián Amoedo / Jorge Garnelo

Metalships&Docks está en un momento de dificultad. Con la plantilla en huelga a partir del lunes tras los últimos siete despidos y con 32 millones de pérdidas acumulados desde 2016, el astillero vigués del grupo Rodman necesita que su plan de viabilidad salga adelante. Con 40 trabajadores en plantilla, la dirección estima que tienen todo lo necesario para sacar adelante los contratos de reparación que suelen ser una constante en sus varaderos y en su dique. Sin embargo, los números rojos tienen que ser negros, y la intención del CEO, Jesús Villacañas, es que esto se consiga en 2024. Para ello, todo pasa por continuar recortando gastos y, sobre todo, cerrar los contratos que aseguran tener ya avanzados. Un plan de negocio que pasa, además, por hacerse con un viejo anhelo: un dique de mayores dimensiones. Con él, Metalships quiere hacerse con una oleada de encargos de reparaciones de las grandes embarcaciones que no dejan de venir a Vigo para llevarse los coches facturados por Stellantis Vigo, los buques ro-ro.

Hace tres años, el grupo anunció la compra de un nuevo dique de mayores dimensiones que el actual para lograr hacer de Vigo y su sector naval el hub de reparación que lleva años aspirando a ser. Entonces, la compañía concretó una inversión de 10 millones de euros para poder acoger buques de hasta 180 metros de eslora y 10.000 toneladas de peso en varada. Con ello, buscaban evitar que los barcos de gran eslora se tuviesen que ir a Ferrol o a Portugal.

Sin embargo, aquella inversión no se llegó a concretar, pero el propio dueño del grupo, Manuel Rodríguez, trasladó a un grupo de trabajadores que su intención sigue siendo la de dotarse de un dique de mayores dimensiones que el actual. “Estamos en una localización clave”, explica el CEO de Metalships, “y hay una parte del mercado que se está perdiendo porque no nos entra en el dique”.

Los tres últimos buques ro-ro que llegaron a Vigo, el jueves.

Los tres últimos buques ro-ro que llegaron a Vigo, el jueves. / MARTA G. BREA

Jesús Villacañas comenta que hay “un número bastante importante” de buques ro-ro que podrían atender de tener esta instalación. Sin embargo, el principal problema es que “la mayoría están en Asia y cuesta mucho traerlos aquí”. “Esta es una de las de las vertientes que tenemos de mejorar, cambiar y tratar de coger un dique más grande para poder captar ese mercado que estamos perdiendo, pero no hay apalabrado uno que vaya a venir pronto. El de Turquía se fue a ver, se puede decir, pero no estaba en condiciones”, indica el CEO.

La otra pata en la que quieren apoyar su plan para volver a beneficios es la nueva construcción. El último buque entregado por Metalships fue el Sea Cloud Spirit, un crucero que dejó a medio terminar Factoría Naval de Marín y que en Teis se culminó con éxito. Fue en 2021. Desde entonces no ha habido más, en parte por la dificultad de encontrar financiación con los números rojos que arrastra la firma.

Así comenzó a navegar el "Sea Cloud Spirit" en Vigo

Aun así, Rodríguez aseguró a la plantilla que ahora hay al menos tres unidades a punto para su firma. “Son buques de trabajo para el norte de Europa”, apunta el CEO de la atarazana, que descarta que se traten de cruceros o barcos de lujo, si bien es un mercado que no descartan. “Estamos buscando nuestro propio nicho”, resalta.

A mayores de estos pedidos, Villacañas explica que Metalships podría volver a construir barcos de fibra. Todo dependerá de si cristalizan los contratos por los que pelea Rodman Polyships, en especial “un multipedido” que tanto por volumen de unidades como por la manga de alguno de ellos podría hacer que recalen algunos en las instalaciones de Teis. “En los años 90 ya se hicieron aquí embarcaciones de fibra”, recuerda.

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“Hago tres años el 1 de septiembre del 2023, creemos que es un balance positivo. Todas las acciones que hemos acometido, que hemos afrontado y que hemos llevado a cabo han sido por un fin y un bien que consideramos positivo para la sociedad. Yo soy de vocación de barcos, a mí me gusta el negocio, me gustan los astilleros. Lo que yo no tengo es una bola de cristal, pero yo por mí no tengo ningún problema de permanencia o de hacer barcos o estar en el sector. Espero que haya muchas oportunidades para los profesionales y que el sector, en lugar de ser más pequeño, vaya creciendo”.

Son palabras del CEO de Metalships, Jesús Villacañas, aunque la reestructuración a sus ojos necesaria para Metalships no es compartida por los empleados que han acabado en la calle. En declaraciones a FARO, desde el comité avanzaron que el lunes que viene habrá una rueda de prensa frente al astillero y el jueves una concentración para denunciar el “desmantelamiento” que, conforme mantienen, sigue dándose en la compañía. Dicha situación también fue denunciada por CC OO, CIG y UGT.

En un comunicado remitido ayer a los medios, informaron que habrá otra rueda de prensa el lunes frente a Inspección de Trabajo, criticaron “la precarización como modelo empresarial que quiere imponer Metalships”, y denunciaron que “está aplicando una política laboral basada en la persecución sindical”.

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