Galicia gana unos 8.100 nuevos empleos en la primera quincena de mes

La media de afiliaciones a la Seguridad Social entre el 1 y el 14 de julio supera en la comunidad las 1,075 millones | Pontevedra suma 3.700

Un camarero atendiendo terrazas en Ourense.

Un camarero atendiendo terrazas en Ourense. / Iñaki Osorio

G. Ubieto

El Gobierno anticipa un julio flojo en términos de creación de empleo. El saldo registrado durante la primera quincena del mes es de 11.534 nuevos ocupados, si se toma como referencia la afiliación media registrada entre el 1 y el 14 de julio y se compara con el mismo periodo del mes anterior, según los datos actualizados ayer por el Ministerio de Seguridad Social. De mantenerse la misma media durante lo que queda de mes, julio del 2023 cerraría con uno de los datos más diluidos de los últimos años. Y es que lo habitual en el arranque de la campaña estival, según la media registrada durante el lustro previo al COVID-19, es ganar unos 50.000 afiliados a la Seguridad Social. Es decir, casi cinco veces más de lo esperado para este final de mes. En la comparación de los datos del cierre del mes pasado con el volumen de afiliaciones a la Seguridad Social a estas alturas, hubo un incremento de 33.300 altas en la cifra media. “Además, poco más de un año después de que la afiliación diaria superase los 20 millones de ocupados, sigue por encima de los 20,9 millones de afiliados –añade el departamento dirigido por José Luis Escrivá–. En concreto, el dato diario de afiliación se ha situado por encima de esta cifra desde el 11 de julio hasta el último día disponible”.

En el caso de Galicia, el número de cotizaciones durante los primeros 14 días de este julio rondaba las 1,075 millones, lo que supone un incremento de 8.100 frente a la cifra media con la que la Seguridad Social cerró el mes pasado. La provincia de Pontevedra lidera el ascenso con 3.700 afiliaciones más; la subida en A Coruña supera las 2.300; en Lugo roza las 1.600; y alcanza las 436 en Ourense.

Mayor estabilidad

El mercado laboral ha entrado en los últimos meses en una lógica de enfriamiento. Se sigue creando empleo, pero tras casi tres años de récords de ocupación el ritmo de crecimiento actual es sustancialmente reducido. Hasta el punto de que en junio se registró el mes más flojo desde 2015. Sin que ello sea incompatible, por inercia, con asomarse a los 20,9 millones de ocupados y batir otro récord de trabajadores en activo. El paro baja de 2,7 millones, a mínimos desde 2008, tras caer en junio en 50.268 personas.

En la rueda de prensa de los datos de junio, desde el Gobierno se justificó la menor explosividad del mercado de trabajo por la mayor estabilidad que ha traído la reforma laboral. Y es que al restringirse el uso del contrato temporal, según su argumentario, cuando se crea ocupación, se crea menos, y cuando se pierde ocupación, se pierde menos.

Datos desestacionalizados

Los datos desestacionalizados que revelan la primera quincena de julio mejoran, no obstante, las perspectivas existentes. Y es que junio cerró con un saldo negativo de ocupados una vez aplicados los efectos correctores de calendario. Esta metodología sirve para calibrar el pulso del mercado laboral más allá de los vaivenes propios del calendario, que en España, dado el fuerte peso de la actividad turística, son intensos.

Según dicho filtro, en junio se perdieron 20.119 ocupados y en lo que va de julio se han sumado 4.709 ocupados. El incremento es simbólico, pero rompe la tendencia descendente. Desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social han puesto el énfasis en su nota en la inercia acumulada desde el estallido de la COVID-19. “Con los últimos datos disponibles, correspondientes al 15 de julio, el número total de afiliados ha crecido 1,35 millones de personas desde el inicio de la pandemia”, destacó.

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